La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a tres años y nueve meses de prisión a Rubén P.M. por delitos de estafa, falsedad y hurto para aprovecharse económicamente de su tío abuelo, de 94 años, meses antes de que este falleciera.

Así lo acuerda en una sentencia en la que los magistrados declaran además la responsabilidad civil subsidiaria de BBVA, por importe de 140.642 euros, y del Banco Santander, por 76.878, mientras que cuatro empleados de ambas entidades financieras han sido absueltos.

La Sala considera acreditado que el condenado hizo firmar en junio de 2011 a su tío abuelo un apoderamiento escrito privado que le facultaba a efectuar todo tipo de consultas y movimientos bancarios en sus cuentas corrientes.

Añade que de esta manera Rubén P., mediante operaciones a través de banca electrónica, en caja y en cajeros automáticos, dispuso de importantes cantidades de dinero.

El tribunal agrega que además, aprovechándose de la situación, procedió a imitar la firma de su familiar en diversos contratos con el fin de apoderarse de la mayor cantidad de dinero posible.

Relata que en otra ocasión el condenado, prevaliéndose de que su tío abuelo se encontraba postrado en una silla de ruedas debido a una caída, se apoderó de objetos como un televisor, joyas y otros enseres de valor que encontró en el domicilio de este.

La Sala considera que "la prueba documental es apabullante" y recuerda que el acusado confesó los delitos.