El Ministerio del Interior ha dado de baja en la Policía Nacional al quinto agente condenado a 4 años de cárcel e inhabilitación para pertenecer a los cuerpos de seguridad del Estado por la muerte de un vecino de Cartagena (Murcia) cuyo cadáver fue hallado en Cala Cortina dos semanas después de su desaparición.

La resolución se publica hoy en el Boletín Oficial del Estado, que el pasado 25 de diciembre notificó la misma medida para los otros cuatro policías condenados por los mismos hechos.

Los cinco agentes, que reconocieron los hechos, fueron condenados en octubre de 2017 a penas que sumaban cuatro años de prisión y las inhabilitaciones correspondientes como autores de un delito de homicidio por imprudencia y otro de detención ilegal.

La sentencia fue confirmada unos meses después por el Tribunal Superior de Justicia de Murcia al desestimar los recursos de uno de los agentes y de la Abogacía del Estado.

Según los hechos probados, Diego Pérez, de 43 años y diagnosticado de esquizofrenia, fue introducido en marzo de 2014 en un coche policial en la puerta de su domicilio y trasladado hasta la playa de Cala Cortina, en las afueras de Cartagena, donde lo dejaron a su suerte.

Desde entonces se perdió toda pista sobre su paradero, hasta que su cadáver fue hallado dos semanas después en la playa.

La detención de estos cinco policías y de un sexto que falleció por enfermedad en 2015 en Madrid cuando cumplía prisión preventiva no se produjo hasta octubre de 2014 al confirmarse las sospechas que existían sobre ellos.

El caso se esclareció gracias a la información facilitada por un testigo protegido que reveló que la noche en la que Diego Pérez desapareció pudo ver cómo era introducido en uno de los coches policiales que habían acudido a su domicilio a la llamada de aquel, quien aseguró sentirse amenazado por otra persona.