Un masajista ha sido condenado por el Tribunal Supremo (TS) a cumplir ocho años de cárcel y pagar 3.000 euros a cada una de las dos tinerfeñas que fueron víctimas de un delito de abuso sexual. Las mujeres participaron en agosto de 2015 en un curso de verano de medicina alternativa celebrado en un balneario de Zamora en el que estaba programado lo que se dio en llamar el masaje de autor y más concretamente de La Diosa y de La Dama Verde.

De forma sucesiva los tribunales del municipio peninsular y ahora el Supremo han ido certificando que el masajista cometió estos delitos sufridos por una mujer de Arona y otra de La Laguna. Una vez contratados los servicios, la primera optó por no desprenderse de la ropa interior, pese a que el acusado le aconsejó lo contrario. En un momento dado intentó dejarla totalmente desnuda, tal y como de pronto apareció él. La denunciante se puso nerviosa y sufrió un bloqueo mental que el acusado aprovechó para abusar de ella con los dedos. La mujer llegó a empujarlo para que se retirara pero lo cierto es que no lo consiguió.

Muy al contrario vio cómo se consumó la violación sin que el hombre utilizara ningún método de protección, aunque no se ha demostrado que hubiese llegado a eyacular. La sesión culminó con la frase: "Bendita seas, eres una diosa" y colocándole un cuchillo en el cuello mientras le decía: "Para que todo quede perfectamente sanado y cerrado".

La mujer de La Laguna también contrató estos servicios y aseguró que optó por quitarse la ropa confiada en la profesionalidad del gerente del hotel. Explicó que el masajista se desnudó, llevó a cabo diversos tocamientos mientras jadeaba de placer y le introdujo los dedos de forma violenta. Finalmente, se quedó en estado de shock y sin poder reaccionar. Ya en la habitación rompió a llorar y comentó a una compañera lo que había pasado y que le recordaba una agresión sexual que sufrió cuando tenía ocho años.

Pocos días más tarde las dos mujeres comentaron entre ellas lo que había ocurrido por lo que finalmente decidieron presentar sendas denuncias. La residente en Arona acudió al centro médico de San Isidro (Granadilla) y durante un tiempo permaneció en tratamiento psicológico por esta agresión. Dado que la querella fue presentada días después, no se contó con pruebas físicas y la condena se basó en los testimonios de las afectadas que las sucesivas salas han considerado siempre que fueron coherentes y sin incurrir en contradicciones. En concreto, el Supremo tacha sus testimonios como "verosímiles, fundados y persistentes". Igualmente, se tuvieron en cuenta las declaraciones de las personas que observaron cómo ambas estaban afectadas en los días posteriores, de una mujer que también sufrió un episodio parecido el año anterior y de los psicólogos que las atendieron. La postura del acusado fue mantener que no llevó a cabo estos actos de contenido sexual y asegurar que la condena solo se basa en las manifestaciones de las dos mujeres que considera "plagadas de contradicciones". Indica que en las sesiones la respuesta de estas fue "el silencio, agrado y falta de reacción obstativa". A lo que el TS responde que "es obvia la ausencia de consentimiento por parte de las denunciantes" y que su "pasividad no se correspondía con una verdadera aceptación de los manejos de índole sexual".

El masaje contratado costaba 65 euros, tenía una duración de 70 minutos y era descrito como un "completo ritual de iniciación a la sabiduría ancestral, incluye mapa de Diseño Humano. La técnica se aplica para resolver bloqueos psicocorporales manipulando el cuerpo del paciente (...)".

"Sin ropa"

"El masaje se recomienda sin ropa aunque quien lo recibe es libre de dejarse encima la prenda que desee. De La Diosa: Para el empoderamiento de lo femenino. De La Dama Verde. Para descubrir lo femenino y masculino de ti. El andrógino", según la descripción del recinto. Pese a que el texto resulta un tanto explícito, lo cierto es que tal y como apunta el TS, "no se dejaba claro que conllevara tocar sus genitales e introducir dedos del masajista o su pene en la vagina".