El juicio por la muerte del joven Alberto a manos del padre de su pareja, Sergio R.A.R., finalizó ayer. Una vez que el acusado asumió su culpabilidad y en el turno a la última palabra mostró su arrepentimiento y pidió perdón, la labor del Jurado se centra en determinar el alcance real de su responsabilidad.

La defensa solicita tener en cuenta que se confesó autor y se mostró apesadumbrado por el hecho, que atribuye a una obcecación. La abogada del acusado pide al Jurado que se pongan en su lugar y piensen qué habrían hecho en una situación semejante.

También rechaza la aplicación del agravante de parentesco, ya que no existía relación entre ellos. Es más, cree que la joven permanecía con el fallecido tan solo para tener un techo y así poder recuperar la custodia de su hijo. Para el fiscal, la pena debe sumar 15 años de cárcel y la indemnización que corresponda a los padres del fallecido. Recuerda que el imputado cambió su versión y pasó de decir que fue quien le clavó el cuchillo a afirmar que fue la víctima la que se avalanzó sobre él. Niega que siempre llevara esta arma encima, tal y como descartó su hija y, sobre el puñetazo que recibió, lo califica de "un simple guantazo". El fiscal llamó la atención sobre aspectos como que primero tirase el cuchillo a una papelera y luego lo cogiera para borrar las huellas, lo metiera en una bolsa y tirase a un descampado. Cree irónico que el joven le echara en cara su modo de vida como aparcacoches, cuando la víctima se dedicaba al trapicheo. Descarta que el arrepentimiento sea real en cuanto que Sergio no ha sido capaz de asumir las consecuencias. La acusación particular suscribió el relato de la Fiscalía y añadió que en el momento de la agresión el acusado estaba en plenas capacidades y actuó "con cierta planificación". Apunta que el procesado se definió como "impulsivo, hostil y agresivo". Cree que su hija no tiene derecho a recibir indemnización alguna.

juicio por homicidio a un joven en ofra