El acusado de matar a la pareja de su hija en Ofra en junio de 2017, Sergio R.A.R., reconoció ayer al fiscal del caso y a su abogada que el encuentro con la víctima, Alberto o "Antuan", se produjo para intentar que este no maltratara física y psíquicamente a la chica, así como que no la obligara a cometer robos y hurtos en diferentes partes de la Isla. El procesado dijo que quería que la joven llevara otro tipo de vida. La relación entre las partes era casi inexistente, no se caían nada bien y en una ocasión anterior habían discutido, porque "Antuan" se paseó desnudo ante los dos nietos de Sergio, hijos de dos padres distintos.

El presunto autor del homicidio dijo ayer que "Antuan" estaba "muy alterado" y me amenazó con "pegarme dos tiros y mandar a dos personas para quitarme el medio de vida que tenía", que era guardar coches en el aparcamiento del Hospital La Candelaria.

El detenido por la muerte también recordó que el novio de su hija le echó en cara que si no le daba vergüenza trabajar guardando coches y que si así quería dar ejemplo a su hija.

En cuanto a la víctima, Sergio indicó que era "más bajo y corpulento". Además, era practicante de "valetudo" (una modalidad de combate muy violenta).

En la discusión, ocurrida en la rotonda próxima al referido hospital, el acusado recibió un tortazo de "Antuan". Y, a partir de ese momento, sacó un cuchillo de cocina. Tras dar el golpe, el joven realizó una corta carrera y regresó al lugar donde se hallaba Sergio. Y lo retó a que le clavara el arma blanca. Hubo un forcejeo, según el procesado, y después le clavó el cuchillo.

Sergio aseguró que "pensé que me iba a matar" y que actuó llevado por "un arrebato y una obcecación", en palabras de la abogada defensora corroboradas por el reo. Después, el acusado empezó a correr de un lado para otro. Aseguró que corrió a Urgencias de La Candelaria para solicitar una ambulancia. Tras deshacerse del cuchillo, primero en una papelera y después en un descampado, Sergio acudió a donde estaba tendida la víctima (junto a un 24 horas), se quitó la camiseta y trató de taponarle la herida. Después, según el procesado y su hija, le pidió perdón a la víctima y le dio dos besos.

En ese momento, Sergio recibió insultos y frases muy duras de su propia hija, como "Hijo de puta" o "Te vas a pudrir allá arriba (Tenerife II)". Sergio dijo que lo que recordaba es que la joven le preguntó: "¿Qué has hecho, papi?" varias veces.

En la primera declaración ante la Policía Nacional, dos testigos de los hechos afirmaron que el acusado, tras el apuñalamiento, estaba "con una actitud chulesca" o que parecía un "enteradillo". Sin embargo, dichas personas matizaron ayer esa percepción inicial. E, incluso, una de ellas solicitó declarar detrás de un biombo para no ser reconocida.

La primera testigo que habló ayer fue la hija del acusado, que hoy tiene 26 años. Por momentos, su testimonio resultó desconcertante y ante el Tribunal del Jurado de ayer su declaración varió respecto a lo que dijo a la Policía después del trágico suceso. La joven no supo aclarar qué tipo de relación mantenía con el fallecido "Antuan". Habló de que era de "amistad", después que eran "pareja", pero también añadió que vivía con el mismo por interés, es decir, porque tenía una casa ocupada en la calle México, en Taco. Después del arresto de su progenitor, señaló a los agentes que "Antuan" nunca le había pegado o insultado. Ante la magistrada Esmeralda Casado y los miembros del Jurado, la joven indicó ayer que "Antuan" la insultaba, la maltrataba y la presionaba para que cometiera hurtos o robos. Su padre explicó que las fuerzas de seguridad se dirigían a él cuando la Policía la buscaba por hechos ocurridos en el Puerto de la Cruz o La Laguna. Después, aclaró que "aquí vengo a decir la verdad". Nunca le contó directamente a su padre esas situaciones. Para desahogarse, relataba esos episodios a su madre, que padece diabetes y le afectaba mucho lo que le decía la joven. La progenitora hablaba de esa realidad con el ahora acusado, quien trató de mediar para intentar cambiar la situación. La hija del procesado es madre de dos hijos. Una vez, el más pequeño se subió a un sillón y sufrió una caída que produjo una lesión en la parte posterior de la cabeza. Sin embargo, el menor no fue trasladado al hospital de forma inmediata. A raíz de esa lesión. el pequeño estuvo ingresado en la UCI y perdió la visión. A raíz de esa situación, el departamento de Servicios Sociales retiró la custodia del niño a la joven. Ayer declaró que uno de sus objetivos era disponer de un "techo" para poder recuperar a su hijo. En el momento de los hechos, estaba embarazada de "Antuan", aunque no llegó a tener ese hijo. Ayer reconoció que, a pesar de que no fue una "joven fácil", su padre nunca le pegó ni maltrató.