A.J.B.R. aceptó en el transcurso de la jornada de ayer abandonar durante cinco años la Isla con el fin de evitar la condena por ser responsable de los delitos de allanamiento de morada e incumplir la orden de alejamiento de su expareja.

El acusado, que actualmente está en prisión provisional, suscribió una sentencia de conformidad que consiste también en nueve meses de cárcel por el primero de los cargos y un año más por el segundo de los delitos.

La vista con Tribunal de Jurado que iba a comenzar ayer fue finalmente suspendida al haberse alcanzado el mencionado acuerdo.

El imputado, de nacionalidad británica estaba condenado por un fallo del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Arona, al haber sido considerado culpable de otro delito de quebrantamiento a la pena de cuatro meses de prisión y uno más por acoso en el ámbito de la violencia de género a la prohibición de acercarse o comunicarse con su expareja durante un periodo de dos años.

Pese a haber sido apercibido de las consecuencias que traería consigo el incumpliento de estas condenas, A.J.B.R. envió diversos mensajes electrónicos a la víctima.

Además, el pasado 18 de marzo se dirigió al domicilio de la mujer afectada, donde esta se encontraba con su actual pareja y dos hijas menores de edad.

Con el ánimo de entrar en la citada vivienda, saltó el muro que daba al jardín, según consta en el escrito elaborado por el Ministerio Público sobre los delitos mencionados.

Cuando los moradores lo vieron llegar, cerraron la puerta de cristal para evitar su entrada, por lo que el acusado optó por tirar contra la misma una maceta y darle patadas.

Pero, al no poderla romper, se dirigió a la ventana de la cocina, que estaba abierta, y se introdujo en la casa.

La actual pareja de la mujer intentó impedírselo golpeándolo con un palo.

Sin embargo, cuando llegó al interior, le dio una bofetada a su excompañera sentimental, la cogió por los brazos, empujó hacia atrás y le propinó una patada en el antebrazo izquierdo.

A consecuencia de todo ello, la víctima sufrió lesiones que se concretaron en un hematoma en esta parte del cuerpo que tardó seis días en curarse.

La Fiscalía consideraba que se estaba ante un delito de quebrantamiento de condena, con el agravante de reincidencia, allanamiento de morada y uno más leve de lesiones.

Por todo ello, el Ministerio Público solicitaba tres años y ocho meses de cárcel y el pago de 300 euros como indemnización y casi 400 como multa.