La revisión que la compañía Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) está haciendo de sus trenes de metro para encontrar materiales con amianto ha permitido localizar 49 vagones con una pintura que contiene una baja proporción de amianto y que "no supone riesgo para la salud".

Según ha informado hoy TMB, desde el pasado 16 de octubre se ha continuado desarrollando el análisis de los trenes de las series 3.000 y 4.000, los más antiguos de la flota.

Estos modelos llevan pintura antirruido que reviste las cajas y la parte inferior de los bastidores y que contiene una baja proporción de amianto.

Los técnicos han analizado hasta ahora 154 vagones de los 210 que integran las dos series, en 49 de los cuales han localizado amianto, siempre en una baja proporción, en estado no friable, es decir, que no desprende fibras y bien conservado, razón por la que, según TMB, no representa ningún peligro para los usuarios ni para los empleados de la operación.

La compañía ha informado de que la auditoría sobre la presencia de amianto en el metro de Barcelona continúa "con la máxima celeridad" y espera haberla completado a mediados de este mes.

Mientras tanto, en los trenes afectados no se hace ninguna actuación de mantenimiento que pueda alterar el estado de la pintura y provocar la emisión de fibras, sin las precauciones adecuadas.

Al mismo tiempo, los técnicos han iniciado el análisis de las mismas zonas de los trenes de la serie 2000, sin que hasta ahora haya aparecido rastros de amianto en las muestras.

En cuanto a los trenes integrados posteriormente a la flota de TMB, los fabricantes de las series 2.100 y 500 han confirmado documentalmente que la pintura bituminosa con que se revistieron no contiene amianto.

Los constructores de los trenes más modernos, series 5.000, 6.000 y 9.000, han certificado que los fabricaron bajo la normativa que prohíbe la utilización, producción y comercialización de amianto.

Por otra parte, desde el 23 de octubre están analizando los componentes de las cajas de convertidores eléctricos auxiliares de los trenes de las series 2.000, 3.000 y 4.000, entre los que se ha identificado una arandela con contenido de amianto.

Este componente se encuentra confinado dentro del cofre, por lo tanto, la prioridad es señalizarlo y evitar toda manipulación, según TMB, que ha dado indicaciones al personal de no hacer ninguna actuación de mantenimiento en estos convertidores hasta que no se proceda a la retirada de esta arandela.

Tampoco se hará mantenimiento en los convertidores de los trenes de las series 2.100 y 500, que están pendientes de ser analizados.