Guardias civiles del Seprona de Santa Cruz de Tenerife investigan a un varón de 60 años, vecino de Santa Úrsula, como presunto autor de un delito contra la fauna. En agosto, los agentes detectaron que el hombre vendía, por 4.500 euros, una piel completa de cocodrilo, de unos tres metros y medio.

Concretamente, la "mercancía" pertenece a la especie "Crocodylus acutus" o cocodrilo americano, que está protegido por la legislación internacional y por la normativa comunitaria. Los guardias solicitaron al vendedor los permisos correspondientes, pero carecía de ellos.

Ante dicha circunstancia, los funcionarios procedieron a la intervención de la piel, que quedó depositada en las dependencias de la autoridad competente. Los integrantes del Seprona instruyeron diligencias en las que se investiga al varón por un presunto delito relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos, por la tenencia para la venta sin ningún tipo de permiso o autorización de un espécimen de cocodrilo protegido por normativa internacional.