Itziar Prats, la mujer cuya expareja asesinó a sus dos hijas de 6 y 3 años el pasado mes de septiembre en Castellón, ha avanzado que, debido a que el sistema "ha fallado" en su protección y la de las dos menores, exigirá responsabilidades a las administraciones implicadas y, si no se asumen "voluntariamente", acudirá a los tribunales. "No encontré amparo. Ya es tarde para mí. Es tarde, sobre todo, para Nerea y Martina, irremediablemente", sostiene.

Así lo ha expresado el portavoz de la familia y primo de la víctima, Gabriel Rubio, quien ha leído un comunicado en su nombre en la sede del Defensor del Pueblo, "ante la imposibilidad de hacerlo ella misma".

El familiar ha relatado los diversos "fallos" que se dieron en este caso en el que, entre otras cosas, la juez especializada rechazó la orden de protección que Itziar Prats solicitó para ella y sus hijas ante las amenazas de muerte de su agresor y padre de las menores. Este acabó matando a las pequeñas durante el régimen de visitas y después se suicidó.

"El sistema ha fallado, todos lo reconocen, pero ninguna administración asume las consecuencias de su responsabilidad", señala Itziar en el texto escrito, en el que también agradece el apoyo recibido desde hace un mes cuando sus hijas fueron asesinadas.

"EL SISTEMA NO FUNCIONÓ"

"Yo necesité protección, acudí a las instituciones con respeto a todas las normas, con las actuaciones y protocolos que el sistema facilita, los que deben seguirse sin actuar por los propios medios, pero no funcionaron", lamenta.

En su escrito, la madre hace un llamamiento para luchar contra la violencia de género y no justificarla. "Quien estos actos justifique, en público o privado, es cómplice del maltratador. La violencia de género ha de ser condenada por toda la sociedad sin paliativos siempre", asevera.

Itziar pide dejar de buscar justificaciones para poder "erradicar el horror" de la violencia machista, al tiempo que sostiene que "quien mata a sus hijas y luego se suicida no es un pobre hombre, es un cobarde".

DESPROTECCIÓN Y FALLO DEL SISTEMA

La madre de las niñas asesinadas relata que desde el mes de junio del año pasado su expareja comenzó a amenazarla con matar a sus hijas mientras estaban en proceso de divorcio. "Él nunca admitió nuestra separación y menos que la decisión de hacerlo fuera mía", añade.

Según la madre, fue entonces cuando "empezó a llenarse de odio y a tener actitudes violentas". "Nerea me contó un día que estando solo con ellas rompió a golpes el carrito de Martina mientras ella protegía a su hermana en el pasillo de casa", remarca en el comunicado. Itziar empezó a "tener miedo real por sus hijas" y "un gran estado de ansiedad" que le impedía dormir cuando ellas pernoctaban con él.

Ante ese escenario, afirma que acudió al médico de familia quien, según sostiene, "sí le creyó desde un primer momento" y puso los hechos en conocimiento del juzgado y se abrieron unas diligencias. Por su parte, su abogado le recomendó que grabara las conversaciones con él y, así, llegó a obtener "una grabación en la que se mostraba muy violento". "Decía entre otras cosas que me preparara porque me iba a quitar lo que yo más quería", subraya la mujer, que tras ellos interpuso una denuncia.

A partir de ahí, Itziar explica todos los pasos que dio para poder obtener protección. Y denuncia que en un primer momento el fiscal no pidió medidas, oponiéndose a su abogado, que las reclamó para ella y sus hijas. La madre de las niñas asesinadas también destaca que la jueza del Juzgado de Violencia de Castellón desestimó la orden de protección solicitada, a la que recurrió dicha denegación, sin obtener el apoyo del fiscal en su recurso. Así pues, dicho recurso fue desestimado nuevamente por la jueza.

"LA AMENAZAS SE CUMPLIERON DE LA FORMA MÁS CRUEL"

"Pasaron varios meses hasta el fatídico día 25 de septiembre pasado, en el que esas amenazas se cumplieron de la manera más cruel y cobarde --sentencia-- Unos dicen que es el acto de un enfermo mental. Otros dicen que la enfermedad se llama machismo. No soy yo quien tenga que ponerle la etiqueta a mi dolor", subrayado.

Tras este relato de los hechos, Itziar recalca que "el sistema ha fallado" y "todos lo reconocen" pero sin asumir responsabilidades. "Mi vida es de servicio a los demás pero cuando yo he pedido socorro no ge recibido ayuda", agrega la mujer que es educadora social en un centro de menores.

Insiste también en la necesidad de hacer algo para disminuir la "fatídica" de víctimas mortales relacionadas con violencia machista. Para ello, destaca la importancia de educar en igualdad; dotar a los juzgados de los medios suficientes para evaluar cada caso de manera individualizada; de la puesta en marcha de medios de seguimiento, tratamiento y reeducación de los maltratador; y de que las distintas instituciones y servicios con competencia en violencia de género se coordinen entre sí "de forma efectiva".

DENUNCIAS PREVIAS DE LA EXMUJER

Respecto a la falta de coordinación, informa de que, en su caso, existía al menos una denuncia previa a la policía de Castellón contra el asesino, "con amenazas de muerte incluidas en un matrimonio anterior. Según indica Itziar, la existencia de esta denuncia la ha conocido posteriormente al asesinato de sus hijas.

"Sé que no estoy sola y que hay mucha gente buena a mi alrededor", ha puntualizado al final del texto escrito, en el que agradece a otras madres que han sufrido la misma "desgracia" de las que ha recibido apoyo este tiempo.

"Espero que el tiempo nos ayude a vivir con nuestra tragedia. Y que podamos encontrar algún consuelo en que se mejore la protección de tantas personas vulnerables que están en la misma situación que hemos padecido".