La Guardia Civil ha hecho un llamamiento a la colaboración ciudadana para tratar de localizar a un peligroso recluso que se fugó la medianoche de este miércoles cuando regresaba al centro penitenciario de Zuera (Zaragoza) después de someterse a una revisión médica en un hospital de la capital aragonesa.

Según ha informado la portavoz del Instituto Armado, Ana Otín, el dispositivo de búsqueda puesto en marcha en el mismo momento en que el interno se dio a la fuga, cuando se cumplimentaban en la puerta de la prisión los trámites para su entrada, no ha dado ningún resultado hasta ahora.

En el operativo de búsqueda, al que se ha sumado un helicóptero, participan decenas de efectivos de distintas unidades de la Guardia Civil que patrullan por el entorno de la cárcel a pie, en coche, en moto y con perros especializados en el rastreo de personas.

Las tareas de rastreo se han centrado en campos de cultivo, pinares, explotaciones ganaderas y en distintas zonas en las que podría haberse refugiado el recluso huido, Benito O.P., perteneciente a un conocido clan de delincuentes de Zaragoza.

Según la portavoz de la Guardia Civil, el preso aprovechó el momento en que se retiraban los dos agentes que le custodiaban durante el traslado para soltarse los grilletes, abrir la puerta de la ambulancia y salir corriendo.

En el momento de darse la fuga, ha añadido la portavoz, el recluso, de 61 años, complexión delgada y 1,65 metros de estatura, vestía un jersey oscuro, pantalones tejanos y unas zapatillas deportivas negras de la marca Reebok.

Para facilitar su identificación, la Guardia Civil ha distribuido a través de su cuenta en Twitter una fotografía reciente del recluso fugado.

Estos hechos han motivado la apertura de investigación interna por parte de Instituciones Penitenciarias a fin de determinar las supuestas responsabilidades existentes.

Benito O.P. fue condenado el pasado mes de diciembre junto a su hermano por la Audiencia de Huesca a penas de más de 20 años de prisión por el secuestro de una mujer en Zaragoza y el intento posterior de asesinato del propietario de una armería de la capital altoaragonesa, al que asaltaron para robar.

Los hermanos, ambos con abundantes antecedentes por robo, fueron detenidos semanas después de estos hechos en Valencia, en las inmediaciones de una sucursal bancaria que tenían previsto, presuntamente, asaltar.

Fuentes próximas a la investigación no descartan que el preso hubiera planificado su fuga previamente, aprovechando la salida que había solicitado para ser sometido a una revisión médica por una supuesta afección sin determinar.

Tampoco descartan que su clan familiar, asentado en Zaragoza, pudiera estar informado de su salida y le hubiera prestado algún tipo de soporte para facilitar su escapada.

Otras fuentes penitenciarias consultadas han asegurado que Benito O.P. es un interno "muy tranquilo" y adaptado a la vida en el interior del recinto carcelario.

Han asegurado, por otra parte, desconocer cómo se pudo quitar él mismo los grilletes que le mantenían sujeto y abrir la ambulancia para darse a la fuga.