Un holandés de 55 años, sospechoso de la agresión sexual y asesinato de un niño de 11 años en su país en 1998, ha sido detenido por agentes de los Grupos Operativos Especiales (GOES) de la Policía en un monte cerca de Castellterçol (Barcelona), ya que era un experto en supervivencia en solitario.

Jos Brech fue arrestado en una "tienda de campaña en un bosque", según informó el diario De Telegraaf, cerca de una casa en la que "había recibido visitas" anteriormente.

El menor desapareció en la provincia holandesa de Limburgo en 1998, cuando dormía en su tienda de campaña durante un campamento de verano, donde el sospechoso trabajaba como monitor, informó ayer la Policía española. El cadáver del niño fue localizado al día siguiente en un pinar a un kilómetro del campamento.

Las fuerzas de seguridad españolas procedieron a la detención de Brech tras una pista de un ciudadano holandés residente en España, que reconoció al sospechoso después de que sus fotos se publicaran la semana pasada en la prensa de su país. La Policía holandesa puso en marcha un análisis de ADN a gran escala en la región de Limburgo en mayo de 2017 para esclarecer la autoría del asesinato y, aunque el propio Brech no acudió a la toma de muestras, pudo ser identificado a través del ADN de un familiar cercano.

"El sospechoso de la muerte de Nicky Verstappen está bajo custodia y será eventualmente extraditado a Holanda", indicó la policía de ese país.

El detenido es "uno de los criminales más buscados por las autoridades holandesas desde hace más de 20 años, un experto en supervivencia en solitario en refugios o incluso cuevas" y fue detenido cuando salía a cortar leña, detalló la Policía Nacional.

Brech es un experimentado montañero que ha dedicado su vida al escultismo y a las actividades en la montaña, que ha viajado a países como Nepal, India, Pakistán e incluso ha escalado el Everest.

Las autoridades holandeses lo describen como una persona capaz de sobrevivir en solitario en el bosque, haciendo uso de refugios, cabañas de montaña e incluso cuevas.

Los investigadores estiman que, desde el mes de abril, momento en que su familia denunció su desaparición, el presunto asesino habría viajado por Europa buscando casas solitarias en las que trabajar a cambio de comida.

Entre sus pertenencias, los agentes han hallado varios elementos de supervivencia, como instrumentos de pesca, un libro de plantas silvestres comestibles, sobres de comida deshidratada, botas y ropa de montaña de todo tipo o pilas.