El Instituto Canario de Igualdad pide una condena para Andrés H.O. de 25 años de cárcel y el pago de 200.000 euros a los herederos de la mujer a la que presuntamente asesinó en agosto del año pasado en una casa en la que ambos convivían en el barrio santacrucero de El Draguillo. El correspondiente juicio con jurado se inicia hoy y está previsto que se extienda hasta el próximo día 20. La Fiscalía pide 23 años de prisión al considerar que se está ante un asesinato que llega a calificar de "salvaje" y que dio lugar a la muerte de la mujer tras una larga y prolongada agonía. El Ministerio Público mantiene que se debe aplicar el atenuante de drogadicción, pero el agravante de parentesco.

La defensa, por su parte, sostiene que no existió asesinato, sino que la muerte se produjo a raíz de un incendio que tuvo lugar en la casa en la que ambos vivían como pareja desde hacía apenas una semana, después de haber venido manteniendo una relación a partir de unos pocos meses antes.

Las responsables del Instituto argumentan que el acusado agredió a su pareja y fue consciente de la situación de desvalimiento en la que se encontraba por estar bajo la influencia del alcohol y las drogas, a las que ambos eran adictos. De las pruebas obtenidas se determina que la mujer fue golpeada de forma "brutal" con los puños, sobre todo en la cabeza, cara, tórax, cuello o cuero cabelludo, hasta finalmente estrangularla para causarle la muerte por asfixia. La autopsia revela que el fallecimiento fue extremadamente agónico y doloroso.

La muerte tuvo lugar en la tarde noche del 4 de agosto de 2017 después de que durante todo el día ambos permanecieran consumiendo sustancias estupefacientes y alcohol.

El crimen salió a la luz pública dos días más tarde y fue considerado como violencia de género, por lo que dio lugar a una serie de pronunciamientos, entre ellos, el de la entonces ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat; del consejero de Presidencia, Justicia e Igualdad del Gobierno canario, José Miguel Barragán; del alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez; la presidenta del Parlamento regional, Carolina Darias y el Instituto Canario para la Igualdad, personado en este proceso.

El Ministerio Público considera probado que Andrés H.O. mató a su pareja a base de golpes, mordidas y asfixiándola con las manos, por lo que padeció una "larga y prolongada agonía". El presunto autor, según el escrito de la Fiscalía, golpeó a la afectada de forma repetida, provocándole múltiples lesiones en la cara y cuello, excoriaciones y contusiones en la frente, párpados, pómulos y mejillas, mentón y cuello. La mujer perdió los dientes y sufrió heridas en la cabeza, zona occipital, temporal y pabellón auricular causadas con un objeto duro y contundente sin llegar a fracturar el cráneo. También presentaba hasta diecisiete heridas que causaron hematomas, erosiones y excoriaciones en el pecho, en el tórax y abdomen, producidos por los golpes propinados con unas tablas de metal que estaban en el lugar. Con este mismo elemento también produjo de forma brutal fracturas en varias vértebras y el esternón que dieron lugar a hemorragias, rotura del hígado y aplastamiento torácico abdominal, entre otras. La mujer presentaba signos de estrangulamiento por obstrucción de vías aéreas y aplastamiento torácico que junto al cuadro de politraumatismo, concluyeron con la muerte por asfixia y edema pulmonar.

"Mordida humana"

El cadáver tenía huellas de mordida humana en el brazo izquierdo y golpes en el brazo, codo y antebrazo izquierdo y derecho. Pese a que la mujer estaba bajos los efectos de las drogas, alcohol y abuso de psicofármacos, la Fiscalía cree posible que consiguiera oponer algo de resistencia a la agresión del acusado. Andrés H.O. ya había sido condenado justo un año antes por un delito de lesiones en violencia de género.