Un tribunal británico ha declarado culpable a un jubilado de 72 años de nueve delitos de abusos sexuales por una serie de actos perpetrados contra niñas en Kenia, después de probar que manipulaba a las menores para abusar de ellas durante una supuesta labor solidaria junto a su familia en zonas rurales en el país africano.

La Agencia Nacional contra el Crimen (NCA) de Reino Unido comenzó a investigar a Keith Morris a raíz de la denuncia presentada en febrero de 2017 por otro compatriota que alertó de un comportamiento inapropiado, según un comunicado de la organización británica.

Las investigaciones, en las que colaboraron la NCA y la Policía keniana, revelaron que, durante los años en que Morris había viajado a una localidad rural del condado de Kilifi, "se había llevado frecuentemente a niños para viajes en los que les compraba regalos y compartía habitaciones de hotel".

En estos viajes, circunscritos al periodo entre enero de 2016 y febrero de 2017, se habrían cometido abusos de los que han dado cuenta varias de sus víctimas. Una de ellas ha explicado por videoconferencia durante el juicio desarrollado en Leeds que Morris le había hecho "cosas malas" en el hotel y le había advertido de que se metería en problemas si hablaba.

Tras su arresto y posterior liberación condicional, Morris envió dinero a Kenia a cambio de que varios colaboradores le ayudasen a demostrar su inocencia y pidió a sus víctimas que firmasen documentos en los que se retractaban de cualquier denuncia sobre abusos sexuales, lo que le llevó a ser imputado por dos cargos de obstrucción a la justicia. Está previsto que la sentencia se haga pública el próximo 17 de julio.