Los cuatro presuntos miembros de una red dedicada al narcotráfico acusados de dejar morir y descuartizar a un joven asturiano que ejerció de ''mulero'', han negado este lunes ante el tribunal de la Audiencia Nacional que les juzga, haber presenciado su muerte, que se produjo tras la ingesta de 67 ''bellotas'' de cocaína, y han apuntado por primera vez a a un jefe superior al que se han referido como ''El Gordo''.

El interrogatorio a los acusados --que se enfrentan a penas de 24 a 30 años de cárcel por los delitos de homicidio por omisión y contra la salud pública-- ha estado marcado por continuas contradicciones en sus declaraciones acerca del fallecimiento de la víctima, Fernando Bernardo, ocurrido en julio de 2014 en la localidad burgalesa de Villadiego cuando se disponía a trasladar la droga ingerida a Suiza.

El principal encausado, Heriberto Reyes alias ''Yoni'', ha dicho a preguntas del fiscal Ignacio de Lucas, que estaba en un centro comercial cuando falleció la víctima por sobredosis y que fue su sobrina Alba Leydi Carrera y la pareja de ésta Alexander Méndez --también acusados-- los que le llamaron para advertirle de que el joven se encontraba mal.

Según su relato, cuando llegó ya estaba muerto y únicamente se dedicó a empaquetar la cocaína que la víctima había vomitado para llevársela a Suiza, siempre por orden de un jefe superior al que se ha referido como ''El Gordo'', quien le siguió en su trayectoria por coche para asegurarse que la mercancía llegaba a su destino. También ha negado cruce de llamadas con el resto de miembros de esta banda y la presunta deuda contraída por el joven de 14.000 euros como consecuencia de su adicción a la droga.

Por contra, el Ministerio Fiscal sostiene que la red recurría a la víctima para el contrabando de cocaína al menos dos veces al mes bajo un mismo ''modus operandi'': le citaban en el piso de Burgos, le hacían ingerir las ''bellotas'' y de ahí viajaba en coche con el líder de esta red, ''Yoni'', a Suiza. En esa ocasión el joven empezó a sentirse mal y, lejos de auxiliarle, le dejaron morir y luego le decapitaron y descuartizaron, metiendo sus restos en una maleta que el cabecilla tiró en una zona boscosa de Francia.

ADN EN LA MALETA CON EL CADÁVER

Preguntado por estos hechos Alexander Méndez, que residía en el piso de Villadiego, ha mantenido que no sabía cómo llegó la víctima a su casa y que, de hecho, se enteró al día siguiente de que había pasado allí la noche. Según su versión, esa misma tarde el joven empezó a encontrarse mal pero les dijo que no hacía falta que avisaran al médico porque le solían dar ataques de epilepsia y contaba con medicación para controlarlo.

El acusado ha dicho que avisaron al cabecilla y que éste llegó al piso y les mandó salir a comprar unos bocadillos, pese a que tras su detención confesaron que se les había ordenado adquirir agua destilada, bolsas de plástico y guantes. Igualmente ha dicho que "no tenia ni idea" de cómo encontraron restos suyos de ADN en la maleta donde se ocultó el cadáver mutilado, pese a que la pericial practicada en esta sesión así lo ha demostrado.

Alba Leidy Cabrera, por su parte, ha asegurado que la víctima les dijo que se encontraba mal porque fumaba porros y que conocía al cuarto acusado, Benjamín Guzmán, por haber sido el transportista que le hizo la mudanza a ese domicilio. Cabrera se ha visto obligada a someterse al interrogatorio pese a que previamente había pedido al tribunal que preside el magistrado Alfonso Guevara no declarar por haber sufrido la enfermedad de lupus que le había dejado sin memoria. "No me acuerdo de nada", ha dicho al inicio del interrogatorio.

"APUNTA ESTE NOMBRE: HERIBERTO REYES"

Tras los acusados ha declarado como testigo la exnovia de la víctima, Rosalía, quien ha reconocido que el joven le mantenía informada de sus viajes ya que, aunque ya no estaban juntos en el momento de los hechos, hablaban "todos los días". También ha explicado que le consta que tenía una deuda con ''Yoni'' y que esto le obligaba a seguir transportando la droga en su organismo pese a que meses antes ya advertía de que se encontraba mal.

"En varias ocasiones me dijo: apunta este nombre: Heriberto Reyes, porque si me pasa algo..." ha dicho la joven que ha comparecido por videoconferencia en sede judicial desde Asturias, añadiendo que los viajes a Suiza no los hacía por "gusto" sino porque estaba amenazado.

Misma versión ha mantenido un amigo suyo, que ha declarado como testigo protegido que Bernardo le habló de ''Yoni'' y le pidió en alguna ocasión que le llevaran a Burgos, donde le recogía una furgoneta que conducía presuntamente Guzmán. Poco antes de las 14.00 horas, el tribunal ha suspendido la sesión de hoy y reanudará la vista oral este martes.