Tres presuntas víctimas han testificado este jueves en la primera sesión del juicio en la Audiencia de Barcelona contra su entrenador de fútbol en varias temporadas desde 2007 y han confirmado que abusó sexualmente de ellos en reiteradas ocasiones cuando eran menores y que les amenazaba y les daba collejas, mientras que un cuarto denunciante ha explicado que los abusos fueron al trabajar para él en una discoteca.

En el juicio en la Sección 21 de la Audiencia han declarado este jueves en total seis víctimas --dos de ellas a puerta cerrada al ser todavía menores--, mientras que la declaración del acusado está prevista para el viernes, y según la abogada de dos afectados, Susana Vilaseca, es un "mal trago" tener que revivir lo ocurrido y ha considerado que hubo amenaza e intimidación.

Los primeros tres testigos han explicado que los abusos se realizaron en la temporada 2007-2008 cuando el acusado Eduardo L.E. era entrenador del club de fútbol Can Trias de Viladecavalls (Barcelona) y ellos tenían entre 13 y 14 años, momento en que empezó a darles un trato de favor, diciendo que eran los mejores jugadores, los "galácticos".

Según han coincidido los tres, tras ganarse su confianza les empezó a invitar a comer y cenar y posteriormente a ir a su casa, y fue allí donde cometió los abusos contra ellos: uno ha llegado a cifrar en más de 200 las veces que hubo abusos, mientras que los otros dos acudían menos al domicilio y han comentado que en su caso ocurrieron una veintena de veces y una decena, respectivamente.

"Ocurrieron muchísimas veces, más de 200, dos o tres veces al día. Cuando fui más mayor vi que eso no era lógico", ha relatado uno de los afectados, que ha explicado que en su caso los abusos siguieron al decidir la siguiente temporada ir al nuevo club de este entrenador, La Maurina, en Terrassa (Barcelona).

Según este testigo, el acusado --que está en prisión preventiva por estos hechos-- le prometió que si iba a su club le haría capitán "y lo iba a tener todo", y le hizo varios regalos como una botas de fútbol.

Dos víctimas han explicado cómo han tenido que seguir tratamiento psicológico posterior y uno de ellos ha relatado que sentía miedo a represalias.

Este afectado ha detallado que el entrenador una vez llegó a agarrarle del cuello como si le quisiera "estrangular" al negarse a hacerle una felación, un episodio que él ha situado en la casa del presunto abusador mientras que otro testigo ha dicho que fue en el vestuario del campo de fútbol.

ABUSOS DESDE LA DISCOTECA

Otro de los denunciantes ha aseverado que el acusado abusó de él cuando trabajaba en una discoteca suya y le invitó a su casa tras una noche de fiesta, mintiéndole sobre que habría más gente y ofrecerle alcohol y marihuana.

Una menor que ha comparecido a puerta cerrada sufrió abusos al trabajar para él en una discoteca, cuando ella tenía 14 años, según la calificación de la Fiscalía, y otro menor sufrió abusos cuando Eduard L.E. era su entrenador.

El padre de este último menor ha explicado en el juicio que vieron un cambio repentino en su hijo, que pasó de ser un niño alegre a estar "triste y arrinconado" y a no querer jugar al fútbol, y que después de lo que le ocurrió nunca ha vuelto a ser el mismo.

Eduard L.E. se enfrenta a una petición de la Fiscalía de 84 años y medio de prisión por tres delitos continuados de agresión sexual, un delito continuado de abusos sexuales, dos delitos de abuso sexual a menores de 16 años --uno continuado--, un delito de abuso sexual y un delito de captación de menor para pornografía, la misma pena que solicita la acusación particular.