Dos mujeres embarazadas fueron asesinadas este lunes en Río de Janeiro, en hechos diferentes, informaron fuentes oficiales.

Una joven embarazada de 25 semanas, Helena Damasceno de Souza, de 21 años, murió hoy de un disparo en la cabeza en una favela de Río de Janeiro, pero los médicos lograron salvar la vida del feto.

La otra víctima, Katyara Pereira da Silva, una mujer de 31 años que tenía cinco meses de gestación, fue encontrada muerta en la Baixada Fluminense.

Helena Damasceno fue tiroteada alrededor de las ocho y media de la mañana en su casa de la favela Vila Vintém, zona oeste de Río, y llegó muerta al hospital.

Los médicos realizaron una cesárea de urgencia y salvaron al bebé, que pesa unos 900 gramos y está ingresado en la unidad de cuidados intensivos, informó el hospital Albert Schweitzer.

"Las próximas 72 horas serán determinantes para tener un pronóstico de la situación del bebé, la madre ha llegado muerta, pero hemos detectado los latidos del corazón del niño y hemos hecho una cesárea para salvarlo", afirmó a medios locales el coordinador de la maternidad del hospital, Jucinei Pacheco.

Fuentes oficiales informaron de que todavía se desconocen las circunstancias del homicidio, si bien la policía sospecha de un crimen pasional.

En cuanto a Katyara Pereira da Silva, fue encontrada asfixiada esta mañana dentro de su casa, ubicada en el municipio de Belford Roxo, en la Baixada Fluminense, una zona deprimida vecina a la ciudad de Río de Janeiro, según medios locales.

La víctima, que deja dos hijas, tenía una bolsa de plástico en la boca e indicios de otras agresiones.

Se desconoce el motivo del asesinato y el caso está bajo la investigación de la Comisaría de Homicidios de la Baixada Fluminense (DHBF).

En Brasil, los crímenes de mujeres vinculados con la violencia de género crecieron un 6,5 % el año pasado, hasta alcanzar los 4.473 homicidios en 2017, lo que implica que, en promedio, doce mujeres son víctimas de la violencia por día, es decir, una cada dos horas.

Los homicidios de ambas embarazadas se han producido tras un fin de semana trágico en Río de Janeiro, que se saldó con siete muertos en distintos incidentes violentos.

Esta misma semana se cumplirá el primer mes de la intervención federal decretada por el presidente de Brasil, Michel Temer, que deja en manos del Ejército la Seguridad Pública en Río de Janeiro, donde el pasado año la violencia causó 6.731 muertes, entre ellas las de más de 100 policías y diez niños alcanzados por "balas perdidas".