El Tribunal Supremo rechazó los recursos de casación de las acusaciones particulares y confirmó la pena de 32 años y medio de cárcel a un hombre que mató a su pareja y a la hija de esta en 2014 y escondió los cadáveres en un pozo del pueblo zamorano.

La sentencia mantiene la pena dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que a su vez redujo en cinco años y medio la condena inicial de la Audiencia Provincial de Madrid tras el juicio de jurado popular, al entender el TSJ que el crimen de la mujer no era un asesinato sino un caso de homicidio.