Vecinos de la ciudad granadina de Guadix han llenado la parroquia del Sagrado de Corazón en la que este miércoles por la mañana se ha celebrado la misa funeral por la última víctima mortal de violencia machista, primera de Andalucía en lo que va de año, en la barriada de la Estación donde vivía, acompañando a sus familiares en un acto religioso, que ha contado con representación de la corporación local, encabezada por la alcaldesa accitana, Inmaculada Olea.

Así lo han indicado a Europa Press fuentes municipales sobre este funeral tras el cual los restos mortales de Pilar C. --que tenía 57 años cuando su compañero sentimental, de 73, la mató, según su propia confesión-- han sido trasladados al cementerio de San José de Guadix, todo ello después de que el pasado lunes por la tarde el Ayuntamiento organizara un acto en que centenares de personas se dieron cita en la plaza de las Palomas de Guadix, también con la presencia de sus familiares, que reivindicaron justicia.

El Juzgado de Instrucción 1 de Guadix (Granada), competente en materia de violencia sobre la mujer, decretó este pasado martes el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza para este hombre, que había sido detenido el domingo después de confesar que había matado a su mujer en esta localidad y que la había enterrado en un paraje cercano.

El detenido está siendo investigado por un delito de homicidio, según informaron desde el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Fue arrestado después de que acudiera el pasado domingo al cuartel de la Guardia Civil a denunciar la desaparición de su mujer. Ante las incoherencias de su relato, los agentes decidieron acompañarlo a su domicilio, donde apreciaron signos de un posible incidente violento.

El hombre confesó que había matado a su pareja, tras lo que acompañó a los agentes al paraje conocido como ''El diente y la muela'', donde había enterrado su cadáver. Horas antes, la hija había dado la voz de alarma en redes sociales pidiendo la colaboración ciudadana para su localización.

El cuerpo presentaba evidentes signos de violencia que apuntan a que pudo ser agredida con un martillo. La víctima, que deja cuatro hijos, no interpuso denuncias previas por maltrato ni ante la Policía Local de Guadix, ni la Guardia Civil ni la Policía Autonómica, ni había solicitado apoyo al Instituto Andaluz de la Mujer. Sí acudió a la casa de la mujer de esta localidad "hace muchos años", cuando mantenía una relación sentimental con otra persona, también por problemas vinculados a la violencia de género.