Dos hermanos de 72 y 63 años han sido detenidos en Vitoria y Madrid acusados de obligar a una mujer a ejercer la prostitución, agredirla sexualmente y forzarla a trabajar sin remuneración económica alguna.

La mujer incluso fue engañada para contraer matrimonio y poder así emigrar a España desde su país de origen, Guinea Ecuatorial, de donde proceden también los arrestados.

Según ha informado hoy la Ertzaintza, a finales del pasado mes de noviembre recibieron un requerimiento del Juzgado de Instrucción número 3 de Vitoria para iniciar las investigaciones sobre un posible caso de trata de seres humanos.

Los hechos se remontaban a 2006, cuando una mujer joven, natural de Guinea Ecuatorial, recibió una oferta para contraer matrimonio en España con un varón, también guineano, y, supuestamente, de edad similar a la suya.

Tras proporcionarle la documentación necesaria para viajar, la mujer llegó a Madrid donde conoció a su futuro cónyuge, pero se percató del engaño ya que se trataba de un hombre mucho mayor que ella.

El varón, junto con un hermano suyo y otra mujer, retiraron el pasaporte a la víctima y bajo amenazas, incluido el amedrentamiento mediante determinados ritos africanos, la obligaron a comprometerse con su nueva pareja.

Según le dijeron, si rompía el compromiso lo pagaría con su vida o con la de alguno de sus familiares.

En ese momento, le facilitaron documentación falsa y la obligaron a ejercer diferentes formas de explotación tanto laboral como sexual. Además, ambos varones la agredieron tanto física como sexualmente.

Posteriormente, la mujer fue trasladada a Vitoria, con la idea de empadronarla y poder optar de forma fraudulenta a ayudas sociales, alternando a partir de ese momento su explotación entre la capital alavesa y Madrid.

El pasado lunes se detuvo en la capital alavesa a uno de los hermanos acusado de los delitos de trata de seres humanos con fines de explotación laboral y sexual, matrimonio forzoso y agresión sexual.

Ese mismo día, en Madrid, también fue arrestado por la Guardia Civil el otro hermano, acusado de los mismos delitos.

Sobre ambos un juez ha decretado medidas cautelares de presentación en el juzgado cada quince días así como de alejamiento de la víctima.