El 7 de septiembre del año pasado, un camión articulado sufrió el reventón de una rueda cuando circulaba por la autopista del Sur (TF-1) en dirección a Santiago del Teide y, seguidamente, tuvo una salida de vía, en la que se fue contra la mediana y acabó en los carriles de sentido contrario. Arrolló a una furgoneta en la que viajaban dos trabajadores y ambos fallecieron por el impacto.

El informe técnico elaborado por la Guardia Civil de Tráfico determina que la causa principal del trágico suceso fue "una maniobra evasiva errónea por parte del conductor" del vehículo pesado. Dicho documento apunta a que el chófer "frenó de forma brusca y giró el volante hacia la izquierda", lo que contribuyó a incrementar la inestabilidad.

El atestado redactado por el Subsector de Tráfico de Santa Cruz de Tenerife asegura que "el reventón se produjo en un neumático del primer eje del semirremolque, no produciendo una pérdida total de control", "originando una pequeña sacudida, pero que no implica que el vehículo se desplazara lateralmente de forma descontrolada".

El instructor del informe de la Guardia Civil señala que "solo puede producirse un desplazamiento lateral brusco y descontrolado cuando el reventón acontece en uno de los neumáticos delanteros de la cabeza tractora". Es decir, que descarta como "causa de la pérdida de control" la citada circunstancia.

Las dos víctimas mortales fueron Israel Antonio H.H., de 40 años (que conducía la furgoneta Ford Transit), y Víctor Ramón B.R., de 45, que iba de acompañante del primero.

El conductor del camión, P.J.P.R., de 47 años, sufrió una herida grave. El atestado aclara que en ningún momento superó los 80 kilómetros por hora y, según las gestiones realizadas por el Grupo de Investigación de Accidentes de Tráfico (GIAT), tampoco utilizó su teléfono móvil en los minutos previos al accidente.

El abogado defensor del chófer, Mario Zurita, asegura que "fue un accidente, no hubo una intención maliciosa".

Sobre el informe del Instituto Armado acerca del suceso, dicho letrado considera que se trata de una conclusión "desacertada, porque no explica cuál es la conducta que hay que seguir ante un reventón de rueda".

En opinión de Zurita, "no se sabe cómo va a reaccionar un conductor ante los movimientos de una cabeza tractora o un semirremolque" en esa situación.

Para dicho letrado, la acción de P.J.P.R. "fue a todas luces correcta, como en su momento se planteará a través de otro informe técnico".

El referido abogado indica que, años antes del trágico accidente objeto de investigación, desde el 2012, su cliente padeció un "cuadro depresivo", pero que el pasado 7 de septiembre "estaba dado de alta para conducir".

El abogado José Miguel Morín interviene en el proceso en nombre de la madre y hermanos de Víctor Ramón B.R., el acompañante de la furgoneta. El letrado asegura que el chófer del camión conducía el día del accidente "sin tomar la medicación que le fue prescrita por su psiquiatra". Cabe destacar que el 16 de noviembre del año 2016, el área de Psiquiatría del Hospital Universitario de Canarias (HUC) emitió un informe clínico sobre el estado de Pedro J.P.R., en el que se afirma que "diagnosticado de trastorno de pánico, después de tres años de ajustes de medicación finalmente se alcanza la recuperación completa (...)". Y el mismo médico le prescribe un medicamento (fluoxetina 20mg), "que consideramos que debe mantener una larga temporada, como mínimo un año". El pasado 21 de diciembre, el conductor del camión prestó declaración en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Güímar, donde afirmó que el día del accidente no había tomado medicamento alguno. Estas circunstancias son recogidas en el escrito que el abogado José Miguel Morín ha remitido al citado órgano judicial. Este letrado recuerda que el origen de la patología psiquiátrica de P.J.P.R. es un accidente de tráfico muy grave ocurrido en La Palma antes del año 2012. Morín señala que el investigado sufría crisis de ansiedad con frecuencia que le dificultaban la realización de su actividad laboral, "por temer a perder el control en la conducción". José Miguel Morín manifiesta que "conducía el camión frigorífico porque el transportista que lo llevaba habitualmente estaba de vacaciones". Este letrado advierte de que, en enero del pasado año, P.J.P.R. sufrió otro accidente en el puerto de Santa Cruz de Tenerife, por lo que estuvo de baja más de un mes. Según recoge Morín, al darle el alta el 10 de marzo de 2017, el conductor mostró su disconformidad y solicitó una "incapacidad temporal". Para el representante de la familia de Víctor, no debía haber estado al volante del camión.

Fármacos incompatibles con la conducción

Uno de los abogados de la acusación particular, José Miguel Morín, señala que "la causa del accidente guarda intrínseca relación con la anomalía que el investigado presentaba en sus capacidades de reacción, debido, principalmente, a la falta de medicación". En el escrito remitido a la autoridad judicial, Morín plantea que resulta desaconsejable conducir tras tomar algunos tipos de fármacos. Pero, igualmente, señala que desde algunos ámbitos tampoco se recomienda dejar de tomar bruscamente tales medicamentos si se debe circular al volante de cualquier vehículo.

Solicita que la empresa sea investigada

José Miguel Morín considera que "lo anterior constituye una imprudencia grave en quien tiene una responsabilidad de mantenerse en pleno uso y goce de sus capacidades al volante". Este letrado también señala por el grave accidente a la empresa familiar para la que trabajaba el chófer del camión, pues sus propietarios debían conocer los antecedentes de enfermedad psiquiátrica sufrida por P.J.P.R. desde el año 2012. Por ese motivo, Morín solicita "citar en calidad de investigada a la sociedad de transportes para la que conducía el investigado.

La velocidad y el descanso eran correctos

En el informe de la Guardia Civil de Tráfico se expone que la velocidad y el descanso del conductor del camión eran los correctos en el momento en que se produjo el accidente. El chófer investigado tiene 20 años de experiencia en la conducción de camiones. Según la declaración realizada por este en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Güímar el pasado 21 de diciembre, nunca antes se le había reventado un neumático al volante de un vehículo de gran tonelaje. Ante dicho órgano judicial, aseguró que antes del grave suceso no había bebido alcohol y tampoco se hallaba drogado.

Afirma que hizo maniobras para no volcar

El conductor del camión reconoció en su declaración ante el juez que percibió el reventón de una rueda, "pero no sabía cuál era". Además, manifestó que hizo maniobras para intentar que el vehículo no volcara o se fuera contra la mediana. Comentó que en el momento del accidente ni estaba nervioso ni distraído. Además, negó que, al salirse de la vía, estuviera "chillando o haciendo gestos con las manos", como indicó una testigo del hecho, que circulaba en un Renault Clío, que acababa de adelantar a la furgoneta y que se salvó por poco de ser arrollao por la cabeza tractora del camión.