El Juzgado de Instrucción número 52 de Madrid impide por ahora la repatriación del cadáver de Lisvett, la joven dominicana de 16 años encontrada muerta en su casa de Tetuán el miércoles de la semana pasada, ha informado a Europa Press una de las abogadas de los padres, Elena Sanz Vega.

"El objetivo de los padres es repatriar el cadáver, que se encuentra aún en el Anatómico Forense, a Santo Domingo --capital del país caribeño-- cuando el juez se lo permita, aunque ahora mismo no hay autorización", ha explicado esta abogada, para añadir que se fundamentan en que "sus raíces están allí".

La abogada también ha señalado que el padre biológico de la chica falleció en República Dominicana cuando Lisvett tenía unos 4 o 5 meses y aún vivía en el país caribeño.

Este miércoles tendrá lugar a las 18 horas un nuevo homenaje a la menor, organizado por amigos de la chica que estudiaban con ella, en la Plaza de la Remonta, lugar muy próximo a la Comisaría de Policía Nacional del distrito de Tetuán.

Esta será la segunda vez en la que se realiza un acto en recuerdo a Lisvette, puesto que el pasado sábado se produjo a la misma hora uno similar, pero en esa ocasión fue a las puertas del domicilio.

LOS PADRES NO CREEN QUE MANTUVIERA OTRA RELACIÓN

En declaraciones a Europa Press el pasado lunes, las abogadas de los padres, Elena Sanz Vega y Carmen López Donoso, explicaron que la familia de Lisvette no creen que la joven estuviera manteniendo una nueva relación sentimental, negando así los últimos rumores sobre este supuesto crimen.

Por otro lado, en los últimos días han conocido que la adolescente mantuvo relaciones sexuales pero no fue agredida sexualmente, tal y como desvela el informe preliminar de la autopsia. De momento, no les han desvelado si se han encontrado en su cuerpo restos de ADN que den pistas sobre el posible autor de los hechos.

No obstante, el Grupo V de Homicidios de la Policía Nacional tiene consigo una de las herramientas más importantes de la investigación, que es el teléfono móvil de la víctima. A partir de su análisis ya han empezado a trabajar aunque la localización del supuesto culpable no está siendo tan fácil como esperaban en un principio.

Aunque la investigación policial está siendo opaca, ya que sobre el caso pesa secreto de sumario, sí se ha desvelado que la joven tenía un exnovio al que supuestamente dejó porque la pegaba. De hecho, este chico, que es mayor de edad, tenía antecedentes por violencia de género hacia otra pareja.

Sea quien fuere, Lisvette abrió la puerta del número 58 de la calle Panizo a alguien conocido esa tarde porque la cerradura no está forzada. La hipótesis es que el crimen ocurrió entre las 18.15 horas, momento en que su familia se fue de casa y las 19 horas, momento en el que llegó el inquilino al que tenían arrendada una habitación, quien manifestó no haber oído a nadie durante su estancia.

El cuerpo sin vida se descubrió poco después de las 21 horas, cuando la familia de la joven regresó a la vivienda. La Policía ha descartado en principio la participación del inquilino en el crimen. De momento, sigue sin haber detenidos.