La provincia de Santa Cruz de Tenerife ya lleva tres muertes por violencia de género en 2017. A falta de conocer todos los detalles sobre el último crimen, ocurrido la pasada semana en El Fraile (Arona), los dos anteriores ya han merecido, el pasado mes, su calificación provisional de delito de asesinato por el fiscal delegado en este tipo de delitos, José Luis Sánchez-Jáuregui.

En ambos casos hubo agresiones brutales a las víctimas, especialmente en el ataque ocurrido en agosto en una casa ocupada en el barrio de El Draguillo, en Santa Cruz de Tenerife, en el que falleció Ana Belén G.P., de 37 años. Según la investigación desarrollada por el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional, el presunto autor, identificado como A.H.O., consumió sustancias estupefacientes y alcohol en la tarde del 4 de agosto, con ánimo de acabar con la vida de la citada mujer, según el representante del Ministerio Público.

No era la primera vez que dicho acusado agredía a una mujer, aunque no de forma tan exagerada. Justo un año antes de que se hallara el cadáver de Ana Belén, el 5 de agosto de 2016, A.H.O. fue condenado por un delito de lesiones.

El ahora acusado y la víctima de El Draguillo llevaban conviviendo poco más de una semana. Y su relación sentimental se inició apenas dos meses y medio antes.

El número de lesiones halladas por los forenses del Instituto de Medicina Legal en el cuerpo de la mujer parece casi interminable, fruto de una paliza muy grave, que afectó a diferentes órganos vitales. En cualquier caso, se determinó que, "tras una prolongada agonía", la muerte sobrevino por asfixia y edema pulmonar.

El arrestado esperó a las fuerzas de seguridad en un bar cercano al escenario del crimen.

Ante las citadas circunstancias, el fiscal estima que se está ante un caso de asesinato previsto en el artículo 139.3ª del Código Penal; es decir, que estima que hubo ensañamiento (aumentar deliberada e innecesariamente el dolor a la víctima). Para la Fiscalía, en este asunto concurren la agravante de parentesco y la circunstancia atenuante de drogadicción. La pena de cárcel puede oscilar entre los 15 y los 25 años. El primero de estos crímenes machistas de 2017 en la provincia de Santa Cruz de Tenerife ocurrió el pasado 1 de abril en la vivienda donde el presunto autor y la víctima convivían, en el número 54 del Camino de La Rúa, propiedad de la fallecida y de su hermano. El fiscal señala que ambas personas mantenían una relación de "afectividad con convivencia". Según lo que se sabe hasta ahora, María Victoria Z.M. y el acusado, J.I.D.E. discutieron a las 18:00 horas en una de las habitaciones. Y, después, sin que la afectada pudiera detectar la agresión o defenderse, el citado individuo presuntamente utilizó un objeto contundente de hierro para golpearla repetidamente en la cabeza y la cara, provocándole lesiones de extrema gravedad. El fallecimiento se produjo por destrucción de centros vitales y una hemorragia masiva. El acusado regresó a la vivienda dos días después para tratar de provocar un incendio. Fueron los bomberos quienes hallaron el cadáver el 3 de abril, tras detectarse fuego en el citado domicilio. El presunto autor huyó hasta El Médano, en Granadilla, donde realizó algunas acciones leves para quitarse la vida. A este individuo se le imputa por parte de la Fiscalía un delito de asesinato, en el que concurre la circunstancia mixta de parentesco como agravante, que puede conllevar una pena de entre 15 y 25 años de prisión.