Funcionarios del centro penitenciario Tenerife II detectaron recientemente que un interno pretendía introducir drogas en la cárcel de El Rosario. El acusado fue interceptado y se descubrió que intentó pasar 100 gramos de hachís y uno de cocaína.

Los hechos ocurrieron el pasado 3 de julio, después de que el mencionado preso mantuviera un encuentro "vis a vis".

En el control realizado después de esa visita, los funcionarios comprobaron que llevaba dos piezas de una sustancia marrón que, aparentemente, era hachís.

Ante las sospechas de que podía transportar más cantidad de la citada sustancia estupefaciente, el citado interno fue trasladado hasta un centro hospitalario, donde fue sometido a un examen radiológico.

La mencionada prueba arrojó un resultado positivo y a la citada persona privada de libertad se le encontró en el interior de su organismo una tercera pieza de hachís (100 gramos en total), así como un gramo más de cocaína.

Según trascendió en la jornada de ayer, el referido preso, que tiene 35 años de edad, ya había sido interceptado en otras ocasiones al tratar de introducir sustancias estupefacientes en el centro penitenciario.

El sindicato Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP) reclama más recursos materiales a la Dirección General de Instituciones Penitenciarias para intentar evitar la introducción de drogas u objetos prohibidos en las dependencias de la cárcel de El Rosario, que pueden generar problemas de diverso tipo, como alteraciones del orden y reyertas.

Uno de esos medios solicitados por la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones es una placa radiológica, que permita la detección de cuerpos extraños en el interior del organismos de cualquiera de los internos.

Actualmente, fuentes sindicales aseguran que en Tenerife II hacen falta más de 30 funcionarios.