La Policía Nacional, en colaboración con las fuerzas de seguridad rumanas, desarticularon una red que cometió más de 2.000 estafas al traficar con teléfonos móviles de gama alta. Según la Dirección General de la Policía, esta red contaba con un amplio grupo de empleados desleales en distintos tipos de empresas para la comisión de sus delitos.

Responsables de la investigación de la Comisaría General de Policía Judicial ofrecerán hoy en rueda de prensa los detalles de la operación.