La madre y el abuelo de Yéremi Vargas han advertido hoy de que están dispuestos a emprender una huelga de hambre, "indignados" por la parálisis que, en su opinión, sufre la investigación sobre el sospechoso de su desaparición, Antonio Ojeda, en el juzgado que se ocupa del caso.

El abuelo del niño desaparecido hace más de 10 años en Vecindario (Gran Canaria), José Suárez, y la madre, Ithaisa, han afirmado a Efe que el nuevo juez que se ha incorporado al Juzgado de Instrucción número 2 de San Bartolomé de Tirajana mantiene la causa parada desde hace tres meses.

"Todo está parado, con el nuevo juez nada se ha movido", se ha quejado el abuelo de Yéremi, quien ha dicho que por la actitud que mantiene el nuevo titular del juzgado "parece que está más del lado del malo que del bueno", pues se opone tanto a la reconstrucción de los hechos, como a someter al sospechoso a un careo con el preso que asegura que le confesó que sabía lo que le había pasado a Yéremi.

Los miembros de la familia Suárez Vargas llevan muchos años sufriendo y no pueden "esperar más", han afirmado tanto la madre como el abuelo del pequeño, que desapareció a la hora de comer, cuando jugaba con sus primos en un solar situado junto a la casa de los abuelos maternos el 10 de marzo de 2007.

La madre ha informado de que su padre y su hermana se reunirán el próximo viernes con la delegada del Gobierno en Canarias, Mercedes Roldós, para pedirle que les de una solución y se "reactive el caso" y para tratar de organizar una manifestación, cuestión que también abordarán con la alcaldesa de Santa Lucía, Dunia González.

Tanto José Suárez como su hija Ithaisa han asegurado que están dispuestos a llegar "donde sea", por lo que barajan también iniciar una huelga de hambre como medida de presión, porque quieren "saber dónde está el niño, que se haga justicia y que el Rubio no se salga con la suya, pues en año y medio estará en la calle".

Antonio Ojeda ''el Rubio'' está imputado en delitos de homicidio y detención ilegal por la desaparición de Yéremi Vargas, y cumple una condena de cinco años de prisión como autor de los abusos sexuales a otro niño en 2012 en El Doctoral, localidad colindante con Vecindario, y la familia de menor desaparecido está convencida de que fue el autor de su muerte y desaparición.