El concepto de seguridad es complejo y amplio, objetivo y subjetivo. Y el pasado jueves quedó demostrado en el I Simposio de Seguridad Turística. Ante la actividad de los delincuentes, que casi siempre van por delante de las medidas de prevención, debe existir una respuesta adecuada por parte de los cuerpos de seguridad y las empresas, tanto de seguridad como las alojativas, según los expertos. Los ladrones profesionales u ocasionales no distinguen, en muchos casos, el interior y el exterior de un hotel para robar. Simplemente actúan si tienen oportunidad.

Por eso, en el citado foro el comisario provincial de la Policía Nacional, Ignacio Badenas, y el general jefe de la Guardia Civil en Canarias, Juan Sánchez Medina, recordaron la importancia de que hoteles y apartamentos tengan un departamento de seguridad propio, que ejerza la prevención y que, en caso de que ocurra algún delito, colabore eficazmente con los agentes.

Y el presidente de la patronal hotelera Ashotel, Jorge Marichal, confirmó a EL DÍA que ya existen "cinco o seis" hoteles de lujo en el Sur de Tenerife que cuentan con los denominados "detectives".

Marichal señala que estos profesionales deben ocuparse, por ejemplo, de saber qué tipo de cliente se aloja en el complejo, pero también de estudiar y luchar contra los robos a los clientes, por ejemplo.

El máximo responsable de Ashotel recuerda que las sustracciones de dinero, joyas u otros efectos de valor a los turistas pueden ser cometidos por delincuentes que acceden al hotel desde el exterior.

Pero comenta que también hay casos en que los delitos contra el patrimonio son cometidos por trabajadores de los complejos hoteleros.

Y, además, advierte de que se da el turista alojado en el hotel que roba a otros clientes. A juicio de Jorge Marichal, en materia de seguridad "tenemos que colaborar todos" y reconoce que antes no se prestaba apenas atención a este aspecto en el interior de los recintos. El presidente de Ashotel puesta por colaborar de forma positiva con las fuerzas de seguridad y valora positivamente el planteamiento realizado el jueves por Ignacio Badenas sobre la importancia de que los hoteles tengan un departamento exclusivo de seguridad.

No obstante, el portavoz de la patronal hotelera dice que lo que tampoco se puede aceptar es que se tarde más en esperar para presentar una denuncia que el tiempo que se dedica a detener a un ladrón y que la autoridad judicial lo ponga en la calle. Opina que se deben adoptar medidas legislativas para que no haya que esperar a arrestar 20 o 30 veces a un delincuente para adoptar una medida contundente con el mismo.

Badenas comentó en el pasado foro que la mayoría de hoteles carece de un departamento específico de seguridad y cree oportuno empezar a crearlos, pero "no de segundo nivel", y con empresas de seguridad formadas en el ámbito turístico. El general de División Juan Sánchez Medina matizó que este personal debe ser profesional y no intruso. Recordó que él mismo estudió la titulación de director de Seguridad en la Universidad Carlos III y explicó que con estos especialistas "se ganaría mucho".

Como ejemplo de los delitos en hoteles, el comisario principal mencionó los hurtos cometidos en la recepción a la llegada de turistas, donde los ladrones se apropian de maletas y bolsos.

Pero no hay que olvidar los hurtos en las piscinas de los complejos hoteleros, mientras los turistas se bañan o se toman una copa, o bien en las habitaciones. A veces, no es fácil que los responsables de hoteles o apartamentos reconozcan esta realidad a los medios de comunicación.

El caso de la delincuencia organizada que más azota a los turistas, principalmente integrada por rumanos, apenas fue mencionado por los ponentes en el I Simposio de Seguridad Turística y de forma muy superficial, sin entrar en la cifra concreta de delitos denunciados ni en los casos esclarecidos. Y se trata de un serio problema que se da tanto en la demarcación de la Policía Nacional como en la de la Guardia Civil. Jorge Marichal explicó a EL DÍA que "hay bandas organizadas que vienen a hacer el agosto aquí" cuando otros destinos están cerrados. Por eso destacó la importancia de que se aprueben leyes que permitan luchar contra este fenómeno, que a lo largo de todo el año afecta a los principales destinos de un país que recibe 70 millones de turistas. Aclaró que "es un tema de Estado".