El guatemalteco Diego Dougherty Novella, detenido desde 2015 en Sudáfrica acusado del asesinato de su novia, se declaró este lunes "no culpable" en el Tribunal Superior de Ciudad del Cabo, informa hoy el diario Times.

Según la Fiscalía, Novella mató a la estadounidense Gabriela Alban en la lujosa residencia turística de la playa de Camps Bay (Ciudad del Cabo) en la que ambos se alojaron durante sus vacaciones en Sudáfrica en abril de 2015.

El cuerpo sin vida de Alban fue encontrado el 25 de julio con heces en la cabeza.

Novella -que es hermano del presidente de la cementera guatemalteca Cementos Progreso- fue detenido ese mismo día mientras deambulaba parcialmente desnudo por la playa, supuestamente bajo los efectos de las drogas.

Novella, de 43 años, se declaró ayer inocente a través de una declaración leída por su abogado, en la que el acusado dijo estar "enamorado" de Alban cuando ésta perdió la vida.

El guatemalteco sostiene que nunca tuvo "intención" de matar a su novia, y afirmó que se encontraba "en un estado anormal" debido a la ingesta de varias sustancias en el momento en que Alban -una empresaria del sector de la publicidad- fue asesinada.

La responsabilidad penal de Novella durante el supuesto asesinato fue uno de los asuntos centrales de la vista.

Un equipo de psiquiatras que examinó al acusado concluyó en 2015 que Novella tenía su conciencia alterada debido a las drogas durante el tiempo en el que ocurrieron los hechos.

Sin embargo, los psiquiatras descartaron que esto exima al guatemalteco de responsabilidad penal.

"Uno puede perder sus inhibiciones debido al consumo de alcohol, pero eso no significa que no tenga responsabilidad criminal", dijo el juez Vincent Saldanha.

Novella estuvo acompañado por su familia en la sala, donde también estaban los padres y otros familiares de Gabriela Alban, que el domingo habría cumplido 40 años.

La vista continúa hoy con la declaración del padre de Alban.

Diego Dougherty Novella tiene estudios de negocios en Estados Unidos y arrastra un largo historial de problemas con las drogas.

El poder económico de su familia, propietaria de Cementos Progreso, y su falta de vinculación con Sudáfrica llevaron al juez a denegarle la libertad bajo fianza el año pasado.