Los Mossos d''Esquadra desconocen por ahora con exactitud cuál fue la causa de que el castillo hinchable de Caldes de Malavella (Girona) saliera disparado a 10 metros de altura y 40 de distancia y han pedido el peritaje de varios expertos, entre ellos del Departamento de Industria.

El accidente ocurrió el pasado domingo, día 7, y causó la muerte de una niña y heridas a otros seis menores, de los que tres todavía siguen ingresados y evolucionan favorablemente.

El único hecho que dan por confirmado los investigadores que llevan el caso es que, de los seis anclajes de que disponía la atracción, solo estaba sujeta por dos.

Ayer se especuló sobre si una de las cremalleras laterales del castillo podía estar abierta. Los investigadores no lo ven relevante, y expertos consultados aseguran que con una cremallera abierta el castillo nunca se hubiera hinchado, porque la cantidad de aire de salida sería mayor que la de entrada.

Además, según fuentes cercanas al caso, la cremallera la habría abierto un trabajador del restaurante después del accidente para poder deshincharla y bajarla del tejado del restaurante, adonde había ido a parar tras el accidente.