Hasta el tanatorio de la localidad madrileña de Alcobendas, donde a las 12:30 horas de ayer se instaló la capilla ardiente de Paloma Gómez Borrero, se acercaron numerosos compañeros de profesión, como el presidente de RTVE, José Antonio Sánchez, quien dijo que "es parte de la historia y la tradición del periodismo", por lo que "se tardará muchos años en olvidarla".

También despidió a la corresponsal, de 82 años, su excompañera Nieves Herrero, quien dijo, emocionada, que todos están "en shock" y destacó su "grandísima profesionalidad".

Además, Herrero contó a la prensa que Gómez Borrero envió un mensaje hace dos días a los compañeros pidiendo que "no la olvidaran" pese a estar enferma, porque "tenía ganas de volver".

También acompañó a los familiares de la periodista el presidente de la Academia de la Televisión, Manuel Campo Vidal, quien recordó que hace meses le entregaron el "Premio a una vida", porque fue "pionera en todo", y destacó que fue la primera periodista en entrar en el Vaticano, del que sabía "muchos secretos".

Su compañera Inés Ballester celebró, muy conmocionada, que Gómez Borrero se haya marchado tras haber tenido una vida "muy feliz, intensa, vivida y divertida", en la que ha dejado "muchísimas anécdotas" con todos sus compañeros, para quien ha sido "una guía". También pasaron por el tanatorio la periodista Marta Robles, para despedirla y "mostrar su admiración" hacia la persona "excepcional" que fue; y el presentador de televisión Ramón García, quien dijo que "todos los que la despiden están tristes, pero no pueden evitar una sonrisa al recordar tantos buenos momentos".

El periodista Alfredo Urdaci apuntó que era una persona "cercana" que "siempre hizo del periodismo una buena noticia", porque "tenía un compromiso muy firme con la verdad"; mientras que Rosa Villacastín tuvo un recuerdo cariñoso, bromeando que "a los papas los volvía locos".

La periodista Mariló Montero coincidió en que el mundo del periodismo pierde a una "maestra y un ejemplo" a la que "daban ganas de imitar" y que "sacaba chispa a todo"; mientras que su excompañera Inmaculada Galván agregó que "trabajó muchísimo en un momento en que solo entraban hombres al Vaticano".