Tres personas resultaron muertas hoy y una veintena tuvieron que ser atendidas en Australia al ser atropelladas "deliberadamente" por un automóvil en Melbourne, en una acción que la Policía desvinculó de un ataque terrorista.

El conductor del vehículo, que arremetió contra los transeúntes mientras era perseguido por la policía, fue detenido después del incidente, que ocurrió en una esquina de una céntrica zona de la ciudad.

"Creemos que (el suceso) se conecta con un apuñalamiento ocurrido previamente en la región metropolitana del sur", dijo en rueda de prensa el comandante en funciones de la Policía de Victoria, Stuart Bateson.

El portavoz policial explicó que el detenido condujo en círculos cerca de la estación de tren de la calle Flinders antes de dirigirse al centro comercial, en la intersección de las calles Burke y Queens, donde ocurrió el suceso.

Los servicios de emergencia atendieron a unas veinte personas, entre ellas un niño.

Un testigo relató a la prensa local que vio al conductor del automóvil acelerando el motor antes de arremeter contra los transeúntes que estaban en la calle, y otros aseguraron haber oído disparos, aunque estos hechos no han sido confirmados oficialmente.

"Conducía un coche rojo y gritaba. Alguien gritaba porque estaba volviéndose loco", dijo al Canal 9 Stefano Pavan, un testigo que aseguró también que el agresor "saludaba con la mano a la Policía desde dentro del vehículo".