Agentes del Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría del Sur de Tenerife tienen mucho trabajo por delante para frenar la "pequeña delincuencia" que ataca a centenares de turistas cada mes. Independientemente del esfuerzo que realizan varias unidades de profesionales para tratar de afrontar el problema, que no es nuevo, la situación se agrava un poco más.

Funcionarios de este cuerpo de seguridad han detectado en las últimas semanas que, a los ya conocidos pequeños grupos de rumanos (expertos en hurtos) y magrebíes (que aplican tanto los robos al descuido como los robos con violencia), ahora se suman otros dos "colectivos".

Según explica una de las fuentes consultadas, uno de ellos está formado por ciudadanas de origen búlgaro y el otro por mujeres subsaharianas.

En ambos casos, estas personas se aprovechan de aquellos turistas que salen de los locales de ocio nocturno, con mayor o menor grado de embriaguez, para abrazarlos, rodearlos y quitarles carteras, móviles o cualquier otro efecto de valor que lleven en ese momento.

En esta modalidad delictiva, las citadas mujeres europeas se muestran especialmente efectivas.

En el caso de los marroquíes o argelinos, algunos de los cuales actúan en las proximidades de los centros comerciales Verónicas, utilizan lo que se conoce como "la ronaldiña", una especie de regate, como si estuvieran jugando al fútbol, para tratar de distraer a la víctima antes de quitarle cualquier objeto de valor o dinero en efectivo que lleve encima.

Recientemente, policías locales de Arona detuvieron a tres ciudadanos marroquíes a quienes sorprendieron "in fraganti" mientras agredían a un turista de origen sueco al que lograron quitarle su teléfono móvil, en el paseo Francisco Andrade Fumero.

Según señala una de las fuentes consultadas, el pasado fin de semana hubo más de medio centenar de denuncias por delitos de hurtos a turistas en la demarcación cubierta por la Policía Nacional, es decir, en Los Cristianos, Playa de las Américas, Costa Adeje y La Caleta. A esta elevada cifra de robos al descuido, los agentes destinados en la Oficina de Denuncias de la Comisaría del Sur de Tenerife debieron registrar algo menos de una veintena de robos con fuerza en viviendas o apartamentos en ese periodo.

Y a dichas cifras hay que añadir otros tres casos de robos con violencia e intimidación, es decir, tirones o hurtos que acaban con agresiones a los afectados.

Periódicamente, para tratar de frenar esta situación, los cuerpos de seguridad desarrollan acciones conjuntas o por separado, tanto de uniforme como de paisano.

En los últimos años, el esfuerzo de la Policía Nacional en la zona turística permitió desplazar a buena parte de los carteristas fuera de su demarcación.