La Audiencia Provincial de Córdoba ha condenado a diez años y medio de cárcel a un hombre por asestar quince puñaladas a su mujer y otras tres a un amigo de ésta, con quien creía que le engañaba, por dos delitos de lesiones y no de homicidio, ya que después de acuchillarla el condenado llamó al 112.

Los magistrados del tribunal de la Sección Tercera, presidida por el juez Féliz Degayón, han considerado en su sentencia que el hombre maltrataba a su mujer delante de sus hijos insultándola y propinándole golpes, empujones y puñetazos, y que el 15 de marzo de 2013 la localizó a través de una aplicación del móvil mediante la que la controlaba y le asestó 15 puñaladas a ella y otras tres a un amigo con el que estaba.

El amigo necesitó un año para curar sus lesiones que le han dejado secuelas como limitación de movilidad en un hombro.

Por su parte, la mujer sufrió una lesión grave porque una de las 15 cuchilladas le alcanzó la pleura, pero el tribunal no considera los hechos constitutivos de un delito de intento de homicidio porque "en un momento dado de la ejecución delictiva desiste de ella con decisión y firmeza y hace lo posible para evitar que la mujer muera".