Un niño halló una granada de mortero de la Guerra Civil mientras estaba en un campamento de verano en el Pirineo y se la llevó a su casa.

El menor encontró la granada en un punto indeterminado entre el Pallars Sobirà y la Vall d''Aran (Lleida) durante una excursión y se la llevó a su casa, en el barrio de Gràcia de Barcelona, "sin conocer la peligrosidad del artefacto". Cuando se dieron cuenta, sus padres alertaron a la policía catalana y un equipo de desactivación de explosivos fue hasta el domicilio a buscar la granada.