La Fiscalía de Medio Ambiente de Málaga ha presentado una querella contra cuatro personas por, presuntamente, querer vender a través de Internet ánforas romanas y otros objetos arqueológicos de valor que uno de los investigados había sacado del fondo del mar en la Costa del Sol. Podría ser un delito de hurto de bienes de valor histórico-artístico.

En la querella se precisa que, según los técnicos del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, se trata de dos ánforas romanas de entre la final del siglo I antes de Cristo y mitad del I después de Cristo, valoradas en 2.000 y 500 euros, respectivamente; otra púnica de mitad del II antes de Cristo (3.000 euros); y dos jarras medievales de época andalusí, valoradas en 2.000 y 1.000 euros.

Los hechos sucedieron en junio de este año. En la denuncia, remitida a los juzgados de la localidad malagueña de Vélez-Málaga y a la que ha tenido acceso Europa Press, se señala que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Málaga supo de la venta en una web de varios objetos arqueológicos de procedencia subacuática, en concreto tres ánforas romanas.

Los agentes se hicieron pasar por compradores y contactaron por teléfono con los vendedores, que son los cuatro querellados, dice el documento. En las sucesivas conversaciones se llegó a sugerir que "si pillaban al comprador debía decir que eran un recuerdo de los abuelos, anteriores a los años 90" y, además, llegaron a ofrecer otras dos ánforas, una de ellas incompleta.

Se concertó una cita para finales de junio. Tras revelar los agentes su identidad, se indica, una de las querelladas entregó varios de los objetos ofrecidos y, en días posteriores, los otros investigados devolvieron la vasija, que uno de ellos afirmó haber encontrado un año antes cuando faenaba en un barco de arrastre en la costa de Fuengirola (Málaga).

De hecho, estas cinco piezas fueron extraídas, supuestamente, según sostiene la Fiscalía de Medio Ambiente tras analizar las investigaciones de la Guardia Civil, por ese querellado del fondo subacuático entre Fuengirola y Vélez-Málaga, en el que existen numerosas zonas de servidumbre arqueológica, aunque no ha podido concretarse los pecios de los que proceden.

Así, el ministerio público señala que los investigados tenían estos objetos en sus casas con "pleno conocimiento" de su valor histórico. Se solicita al juzgado al que corresponda que se inicie un procedimiento y que se cite a los querellados como imputados y a los agentes que llevaron la investigación por parte del Seprona como testigos o peritos.