La Patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil en Lanzarote investiga, desde el pasado 21 de noviembre, a una persona que responde a las iniciales de J.L.A.R., de 48 años de edad y de nacionalidad española, como presunto autor de un delito sobre la protección de la flora y la fauna por supuestamente abandonar una hembra de podenco canario que presentaba lesiones en los ojos, tres fracturas craneales e infección en la cabeza.

En concreto, indican que la investigación se inició tras conocer los agentes, a través de las redes sociales, del hallazgo de un podenco en Arrecife con "graves" heridas en la cabeza, según informó la Guardia Civil de la Comandancia de Las Palmas de Gran Canaria en nota de prensa durante la jornada de ayer.

El perro fue encontrado el 20 de noviembre por un ciudadano, que vio al animal herido en la carretera y lo trasladó a una clínica veterinaria para ser atendido. Seguidamente, una asociación protectora de animales denunció los hechos en una conocida red social, aportando fotografías del estado de la podenco hembra.

Y fue a partir de ese momento cuando los agentes del Instituto Armado destinados en el Servicio de Protección de la Naturaleza tuvieron conocimiento de lo sucedido.

Posteriormente, los efectivos del Seprona de Lanzarote, junto con la Unidad de Protección Animal de la Policía Local de Arrecife, iniciaron las pesquisas policiales para esclarecer los hechos.

Los funcionarios del cuerpo de seguridad pudieron identificar al dueño del animal "a las pocas horas de su hallazgo a través del microchip".

En concreto, los agentes del Instituto Armado contactaron con la asociación protectora y el centro veterinario donde había sido ingresada la hembra podenco que, según especifica el informe aportado por el facultativo, las lesiones se habían producido "al menos 72 horas antes de su hallazgo".

Respecto a las lesiones que sufrió el animal estaba, entre otras, la pérdida de ambos ojos, tres fracturas craneales y heridas contaminadas con larvas de mosca, con grave infección en la cabeza.

Tata, nombre que recibe esta podenco hembra en la base de datos de Zoocan, tuvo que ser intervenida quirúrgicamente y le extirparon los ojos, a lo que hasta el momento esta respondiendo favorablemente a su evolución.

Debido a las características del caso, la custodia del can quedó a disposición de la autoridad judicial.

Asimismo, desde el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil se destaca que el animal, en los últimos seis meses, tuvo cuatro propietarios diferentes y todos ellos utilizaron la referida podenco para la caza.

El dueño del can, a disposición judicial

El Seproma recuerda que las penas por el delito de abandono de animal, peligrando la integridad del mismo, oscilan de multa de 1 a 6 meses y se podrá imponer la pena de inhabilitación especial de tres meses a un año en el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales. El propietario del animal, junto con las diligencias, quedó a disposición del Juzgado de guardia de Arrecife.