El aeropuerto Tenerife Sur-Reina Sofía sufrió en la mañana de ayer un serio problema operativo, puesto que casi 30 vuelos tuvieron que ser desviados a Gran Canaria, Fuerteventura o Tenerife Norte, después de que a las 9:30 un avión de la compañía de bajo coste Norwegian, un B737, sufriera el pinchazo de las dos ruedas del tren principal cuando se disponía a despegar con destino a Berlín.

El incidente se resolvió sin personas heridas y los 183 pasajeros y los seis tripulantes pudieron ser trasladados a la terminal sin problema alguno.

El aparato quedó bloqueado en la pista de aterrizaje e impidió la entrada de decenas de aviones.

Para evitar el perjuicio a otras compañías y los trastornos derivados de dicho accidente, supuestamente desde la Dirección del aeropuerto se sugirió la posibilidad de retirar la aeronave a un lugar donde no molestara.

Sin embargo, según trascendió ayer, un mecánico planteó los inconvenientes que tenía dicha acción por problemas de seguridad, ya que el avión estaba cargado con 17.000 litros de combustible. Ante dicha situación, en el mismo lugar donde se paró la aeronave se efectuó la descarga del combustible. Y, posteriormente, se procedió a la elevación para cambiar las ruedas dañadas, que quedaron totalmente destrozadas. Pasadas las 13:30 horas se procedió a la retirada del B737 de la pista de aterrizaje y después se procedió a la reapertura del aeródromo internacional de Tenerife. La mayoría de los vuelos fueron desviados al aeropuerto de Gran Canaria, 15; mientras que a Tenerife Norte-Los Rodeos se dirigieron ocho aviones; media docena a Fuerteventura y uno más a Lanzarote. Antes de las 18:00 horas, todos los desviados a otras islas estaban en Tenerife Sur, así como cuatro de los que se dirigieron a Los Rodeos.

Del mal estado a algún objeto en la pista

El responsable de comunicación de AENA, Alberto Martín, aseguró ayer que se van a investigar las causas del hecho. Personas vinculadas con líneas aéreas señalan que las causas de este tipo de incidentes pueden ser varias, desde el mal estado de los propios neumáticos del avión a la existencia en la pista de algún objeto capaz de pinchar las mencionadas ruedas. Sin embargo, la pista se limpia varias veces al día para evitarlo.