Un hombre de más de 60 años, según datos de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife, fue hallado muerto en la tarde de ayer en el conocido como castillo de San Joaquín, en el barrio capitalino de Vistabella. El hallazgo se debió a unos vecinos de la zona que, desde lo alto, divisaron el cuerpo del fallecido en el suelo del castillo por un hueco que presenta la pared, según el relato del citado cuerpo policial.

Desplazados hasta la zona agentes de la Policía Local, se llamó luego a los bomberos y, sobre las 20:00 horas se ocupó del caso y de la investigación la Policía Nacional.

En principio, los agentes municipales no hallaron signos de violencia en el cuerpo del fallecido ni pruebas o indicios de un suicidio.

Al cierre de esta edición, aún no se había levantado el cadáver ni se había aportado más datos sobre la identidad y circunstancias de la persona hallada muerta. Eso sí, vecinos de la zona señalaron a la Policía santacrucera que este hombre poseía llaves del castillo y que, desde hacía años, vivía en parte de sus dependencias. Además, lo hacía en compañía de un perro y disponía también de coche. No obstante, los agentes no pudieron precisar si esta persona departía con los vecinos, si se le conocían familiares u otras circunstancias.

Lo que sí aclararon los vecinos es que no formaba parte de las personas que frecuentan el castillo (del siglo XVI) por adicción a las drogas o para dormir coyunturalmente.