El Cuerpo Nacional de Policía detuvo en la mañana de ayer a un hombre de 38 años, F.R.M.P., que estuvo a punto de matar a su expareja en una vivienda de Santa Cruz de Tenerife, después de que, días atrás, un supuesto error judicial permitiera que quedara en libertad, a pesar de que tenía dos requisitorias de detención e ingreso en prisión por un juzgado de la capital, así como una tercera orden de detención y personación en un Juzgado de lo Penal.

Supuestamente, el individuo pasó a disposición de la autoridad judicial hace más de una semana y, por circunstancias que se desconocen, el juez de Guardia lo dejó en libertad. Cuando en el Palacio de Justicia se detectó el posible error y que éste podía tener consecuencias fatales, una autoridad judicial se puso en contacto con un alto mando del Cuerpo Nacional de Policía, con el fin de que el sujeto fuera localizado lo antes posible, ya que presuntamente tenía intención de matar a su expareja. Desde ese momento, los policías nacionales estuvieron alerta para tratar de localizarlo y capturarlo. Durante la mañana de ayer, agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) y dos patrullas de Seguridad Ciudadana fueron activadas porque en una casa de la calle Luis de la Cruz se estaba produciendo una agresión.

La víctima fue llevada a un hospital y el presunto agresor le envió diversos mensajes, donde le manifestaba el amor que le profesaba y su intención de quitarse la vida.

El individuo se escondió en un armario empotrado detrás de la ropa y no le abrió a los agentes de la UPR, por lo que estos tuvieron que derribar la puerta de la casa a patadas. Los policías, que montaron un dispositivo para evitar su fuga en la citada calle, tuvieron que reducirlo, pues durante todo el proceso se mostró muy agresivo e, incluso, no dejó de proferir amenazas de muerte y de otro tipo contra los funcionarios.