Catorce personas han muerto por el brote infeccioso en Alemania atribuido en principio a una partida de pepinos españoles, ante lo que España anunció hoy que pedirá ayudas a la UE para paliar las pérdidas y estudia solicitar indemnizaciones por lo que considera acusaciones "sin fundamento".

El brote infeccioso se debe a una variante de la bacteria intestinal "E. coli Enterohemorrágica", debido a la cual hoy se produjeron cuatro nuevas muertes en Alemania, que se suman a los diez fallecimientos registrados la semana pasada.

En concreto, las muertes se deben al síndrome urémico hemolítico (SUH) que provoca este germen patógeno y que causa insuficiencia renal, anemia hemolítica microangiopática, trombocitopenia, defectos de coagulación y signos neurológicos variables.

Los casos de infección por la bacteria intestinal asciende a 1.200 y los afectados por el SUH son ya 352, según el Instituto Robert Koch de Berlín.

El ministro alemán de Sanidad, Daniel Bahr, alertó de que el foco infeccioso continúa activo y "lamentablemente hay que contar con un creciente número de casos".

Ante lo que considera acusaciones "precipitadas y sin fundamento" por la bacteria intestinal, España se plantea solicitar a la Unión Europea (UE) "algún tipo de indemnización".

El secretario de Estado español para la UE, Diego López Garrido, dijo que es necesario esperar los resultados de los análisis sobre el origen del brote antes de adoptar una medida de este tipo y señaló que las empresas españolas afectadas podrían iniciar "procedimientos de responsabilidad civil", aunque deberán ser ellas mismas las que "tomen la iniciativa".

Insistió en que las medidas adoptadas en algunos países para bloquear la importación de productos españoles "no están justificadas en base al derecho europeo", ya que "no existen fundamentos científicamente comprobados sobre que esas enfermedades, que se han producido en Alemania, obedezcan a un producto español".

Por otra parte, el Gobierno de España solicitará ayudas a la UE para paliar las perdidas causadas a su sector hortofrutícola por el brote infeccioso, después de que los productores españoles hayan estimado los daños en 200 millones de euros semanales.

La ministra española de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, quien hoy analizó la situación con representantes de organizaciones agrarias, subrayó que España "no consentirá que se siga haciendo daño gratuitamente al sector" y pedirá a Alemania aclaraciones sobre el transporte y la distribución de los pepinos para conocer con certeza qué ha ocurrido.

Asimismo, la titular española de Sanidad, Leire Pajín, afirmó que hasta la fecha "no hay ninguna prueba, ni evidencia" de que en España se haya producido la contaminación de los pepinos.

Pese a ello, Rusia prohibió a partir de hoy las importaciones de verduras procedentes de España y Alemania y afirmó que, si no hay cambios, esta medida se extenderá a todas las verduras europeas.

También Bélgica prohibió la importación de pepinos de las dos explotaciones españolas sospechosas de haber distribuido la hortaliza contaminada por la bacteria intestinal, mientras la República Checa ordenó la retirada de dos remesas llegadas la semana pasada de Alemania, como hizo Dinamarca en los últimos días con productos hortofrutícolas procedentes de España.

En Austria se ha iniciado una operación para retirar de la venta al público pepinos, tomates y berenjenas de las tiendas que adquirieron productos de dos mayoristas de verduras alemanes que habían comprado a empresas españolas.

En general, los países de la UE han reforzando la vigilancia sobre los pepinos, tomates y otras verduras a la venta, a la espera de tener más datos sobre el origen de la contaminación por "E.coli".

No obstante, un experto de la Comisión Europea no considera necesario un bloqueo general de la importación de pepinos y otros productos agrícolas procedentes de España.

Para el Ejecutivo comunitario, el bloqueo de los productos cultivados en las dos explotaciones concretas que le comunicó el Ejecutivo español es suficiente hasta que se disponga de datos fiables sobre el origen de la infección.

El foco infeccioso, según medios alemanes, fue detectado tras realizar análisis, entre otras verduras, a cuatro pepinos escogidos aleatoriamente del mercado central de Hamburgo, de los que tres procedían de España -uno de ellos de cultivo biológico- y el otro de Holanda.