Los suicidios entre los soldados en activo del Ejército de Tierra de Estados Unidos disminuyeron el año pasado, si bien hubo incrementos entre los de la Guardia Nacional y los que están en la reserva, según informó hoy el Pentágono.

El Ejército de Tierra y la Infantería de Marina son las dos armas más comprometidas en las prolongadas campañas de Irak y Afganistán, dado que casi dos tercios de sus contingentes está permanentemente en zona de guerra, o en viaje de ida o de vuelta del conflicto.

Durante todo el año 2010, hubo 343 suicidios entre soldados del Ejército, cifra en la que se incluyen los que estaban en activo, en la reserva, y los movilizados para formar parte de la Guardia Nacional. Esta cifra representó un incremento de 69 muertes con relación a 2009, informaron oficiales militares.

Pero, después de cinco años de incremento de los suicidios entre los soldados en servicio activo, el año pasado hubo 156 muertes, seis menos que en el año anterior.

En la Guardia Nacional del Ejército hubo el año pasado 101 suicidios, 53 más que en el año anterior, y en la reserva se registraron 44 suicidios, un incremento de 12 sobre el año anterior.

El Ejército de Tierra dio hoy detalles de un estudio realizado por sus expertos médicos sobre los beneficios de la evaluación de los soldados antes del envío a misiones en ultramar, y del seguimiento y tratamiento de los soldados que regresan de las zonas de conflicto.

El estudio determinó que una observación previa y la terapia de apoyo posterior redujeron los problemas de comportamiento en un 78 por ciento, y los pensamientos de suicidio en más de la mitad.

Algo que sorprendió en las conclusiones del estudio es el notable incremento de los suicidios entre los soldados de la Guardia y de la reserva que, a diferencia de sus camaradas en servicio activo, no participan en la misma proporción en las campañas en zonas de guerra.

"Éste es un problema importante", dijo el subjefe del Estado Mayor del Ejército, general Peter Chiarelli durante una conferencia de prensa en el Pentágono. "El Ejército mantiene su compromiso de mejorar el acceso a la instrucción, el cuidado de la salud y otros recursos para sus miembros".

El teniente general Jack Stultz, jefe de la Reserva del Ejército, dijo que los reservistas están muy distribuidos geográficamente, y cuando no están de servicio tienen poco contacto con sus superiores, lo que dificulta detectar si atraviesan problemas.

El general Raymond Carpenter dijo que el estudio, que comprendió a decenas de miles de soldados, no permite señalar una o dos causas principales de los suicidios entre los militares estadounidenses.

"Sí se pueden mencionar los períodos largos de misión en ultramar, los desplazamientos, el síndrome de estrés postraumático, los conflictos de pareja y familia, la pérdida de empleos, el abuso de drogas o alcohol", añadió.

"Hay numerosos factores pero no podemos identificar que uno o dos de ellos sean los determinantes", dijo Carpenter. "Por ejemplo, los soldados en servicio activo son los que tienen más misiones en el exterior, pero los suicidios son más frecuentes entre soldados de la Reserva o la Guardia".

En el caso de la Guardia Nacional, añadió, el suicidio es "un problema entre los jóvenes varones blancos", y no aparece vinculado a las misiones en ultramar, la guerra, o la falta de empleo.