El detenido como presunto responsable por la matanza de Tucson (EE.UU.), Jared Lee Loughner, "no está diciendo una palabra" a los investigadores, explicó hoy el sheriff del condado de Pima, Clarence Dupnik, aunque aseguró que las autoridades consideran que actuó solo.

"Es el típico individuo problemático que es un solitario", dijo Dupnik a los medios sobre Loughner, de 22 años, quien comparecerá hoy ante un tribunal de Phoenix, Arizona.

Como abogado defensor de oficio, se le ha asignado a Judy Clarke, que anteriormente ha representado al terrorista "Unabomber", Ted Kaczynski, y que asistió también al miembro de Al Qaeda, Zacarias Moussaoui.

Las autoridades de EE.UU. confirmaron que, durante una inspección del domicilio del acusado fueron encontrados sobres en una caja fuerte con mensajes como "lo planee con anticipación" y "mi asesinato", así como el nombre de "Giffords" y la firma del joven.

Lee Loughner está acusado de la muerte de seis personas y de herir a 14 personas, entre ellas la congresista demócrata Gabrielle Giffords, quien se encuentra en estado crítico.

Loughner irrumpió el sábado en un acto de Giffords con votantes frente a un supermercado en la ciudad de Tucson, en Arizona, el estado al que representa en la Cámara de Representantes desde enero del 2007, y disparó a la congresista y a varios de los asistentes.

El Gobierno estadounidense ha acusado al joven de tres cargos por intento de asesinato de un funcionario público, como son la congresista Gabrielle Giffords y dos de los miembros de su equipo que resultaron heridos, Pam Simon y Ron Barber, que también permanecen hospitalizados.

También se le acusa de otros dos cargos por asesinato en primer grado, uno por la muerte del juez federal John Roll, y otro por Gabriel Zimmerman, uno de los directores del equipo de la congresista.

El director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), Robert Mueller, indicó en una comparecencia ayer en Arizona que estos cargos son solo el principio, y que Loughner podría ser procesado bajo la ley que persigue el terrorismo doméstico.