Efectivos de la Guardia Civil intervinieron más de 700 kilogramos de embutidos y piezas de carne congelada procedentes de caza de ciervo que se embutían y fabricaban en un bar ubicado en un pueblo de la Demanda, en la provincia de Burgos, sin tener los permisos legales, informaron a Europa Press fuentes de la Subdelegación del Gobierno.

En concreto, los agentes intervinieron más de 700 kilos de embutidos repartidos en 1.486 paquetes y sartas que fueron puestas a disposición del Servicio Territorial de Sanidad e Higiene de los Alimentos de la Junta de Castilla y León, a quien se ha remitido un acta por presunta infracción de diversas leyes.

La investigación comenzó hace días, cuando la Guardia Civil comprobó que varios ciervos cazados legalmente no se consumían en el entorno de los cazadores y que un establecimiento hostelero de la zona adquiría los animales para comercializar su carne.

En la inspección del establecimiento hostelero se comprobó que había a la venta 60 paquetes de chorizo envasados al vacío, 277 sartas de chorizo sin envasar y 18 de salchichón, todo ello sin el obligatorio etiquetado individual y número de registro.

En otros locales se encontró la sala de despiece, donde había poleas, ganchos, cuchillos, máquina picadora de carne y otros enseres necesarios par ala manipulación de las reses y su carne. También fueron localizadas dos cámaras frigoríficas donde se guardaban varios paquetes de carne de venado.

Asimismo, en la planta baja del local comercial fueron encontrados más paquetes y sartas del mismo embutido y piezas de carne en el interior de otros dos congeladores, todas ellas sin etiquetar y sin registrar.