Un joven de 24 años de edad fue detenido gracias a la colaboración vecinal acusado de matar a un funcionario de San Fernando (Cádiz), Manuel P.F., de 41 años, en su vivienda, desde la que pidió auxilio antes de ser mortalmente atacado.

Fuentes cercanas a la investigación informaron de que el pasado sábado por la tarde varios vecinos alertaron a la Policía Nacional de que una persona estaba pidiendo auxilio desde la ventana de su vivienda, situada en las proximidades del cementerio de la localidad gaditana. Los agentes subieron hasta el rellano de la escalera, y al observar la presencia de sangre por debajo de la puerta avisaron a los bomberos para que la derribaran, tras lo cual encontraron el cadáver del funcionario.

Mientras los policías accedían a la vivienda, el presunto autor del crimen, un joven de 24 años de edad que no reside en San Fernando, emprendía la huida a través de la ventana. Gracias a la ayuda de los viandantes, el joven fue capturado y llevado a los calabozos, donde fue interrogado.

El alcalde de San Fernando, Manuel María de Bernardo, emitió un comunicado de prensa en el que expresó el "profundo pesar" del Ayuntamiento ante el fallecimiento del funcionario, y trasladó a los familiares, amigos y compañeros su solidaridad y afecto. El regidor destacó la "profesionalidad" con la que Manuel desempeñaba su labor y la consideración de que gozaba entre sus compañeros de trabajo, que acogieron con "indignación, pena y dolor este terrible hecho". En el comunicado, el alcalde manifestó su confianza y anhelo de que se haga justicia y que "todo el peso de la Ley" caiga sobre el autor del crimen.

El presunto asesino del funcionario, al parecer, había contactado con su víctima horas antes de su muerte a través de internet, según informaron ayer a Efe fuentes policiales. El detenido, un joven de 24 años y natural de Tarragona, había llegado a la ciudad unos días antes porque había trabajado allí como soldado profesional y conocía la zona.

"Al parecer quería comenzar una vida nueva", precisaron las fuentes, que añadieron que el hombre compró al llegar una navaja, la misma que supuestamente utilizó más tarde para acabar con la vida de Manuel Pereira, de 41 años. Ambos contactaron el sábado por la mañana por internet y quedaron por la tarde en el domicilio del funcionario. Los investigadores, además de analizar la unidad informática de la víctima, cotejaron el listado de llamadas telefónicas y sometieron al principal sospechoso a varias sesiones de interrogatorio a lo largo de la jornada dominical.