El ex congresista por California Gary Condit negó hoy de nuevo que matara a la becaria Chandra Levy en el juicio sobre un asesinato que se remonta a 2001 y por el que es acusado el inmigrante salvadoreño Ingmar Guandique.

El ex legislador fue el primer sospechoso de la investigación policial por su supuesta relación amorosa con la joven de 24 años, pero posteriores averiguaciones descartaron su implicación en el caso, según informó hoy la prensa local.

Su testimonio era uno de los más esperados por la avalancha mediática a nivel nacional que supusieron aquellas sospechas policiales sobre un hombre casado y con hijos.

En el juicio de hoy, Condit llamó a los detectives del caso "incompetentes" e insistió en que cooperó por completo con los investigadores desde el principio.

Sin embargo, el testigo evitó contestar cualquier pregunta sobre su relación íntima con Levy y apeló a su derecho a la privacidad con insistencia y enfado.

"Creo que todos tenemos derecho a cierto nivel de privacidad. Parece que en este país hemos perdido el sentido de la decencia. No cometí ningún crimen. No creo que haya hecho nada malo", aseguró.

Tanto la hija de Condit como la madre de Levy estaban presentes en la sala del juicio.

El sonado caso acabó con su carrera política, que terminó en el siguiente ciclo electoral al perder la reelección y, entretanto, la desaparición de Levy se convirtió en uno de los misterios más trágicos de Washington.

La joven desapareció en mayo de 2001 mientras practicaba deporte en un parque de la capital del país.

Los restos de su cuerpo fueron descubiertos el 22 de mayo de 2002 por un hombre que paseaba a su perro, pero la investigación de su muerte se ha prolongado durante casi una década.

El ahora acusado se convirtió en sospechoso cuando detectives relacionaron sus declaraciones sobre los asaltos a otras mujeres que hacían deporte en el mismo parque donde fue encontrada Levy.

La Fiscalía basa los cargos contra el salvadoreño en testimonios de compañeros de prisión no identificados, a los que Guandique supuestamente confesó su crimen, y en algunas declaraciones que hizo en cartas.

En anteriores audiencias, la fiscalía admitió un "grave error" en las primeras pesquisas que "avanzaron en la dirección equivocada, guiados por los medios de comunicación y el sensacionalismo", dijo la fiscal federal adjunta Amanda Haines.

Por su parte, la defensa insistió que el acusado es víctima de "una teoría del Gobierno" y una "cabeza de turco" para enmendar un error.