La organización de narcotraficantes desmantelada a finales del pasado mes por la Guardia Civil en el marco de la "operación Mar del Sur" tuvo capacidad para importar casi 4.000 kilos de droga en poco más de seis meses. El principal cabecilla del grupo criminal, de poco más de 50 años, residía en Andalucía, pero realizaba numerosos viajes a Canarias, donde supuestamente contactaba con el primero de los sospechosos descubiertos, que residía en el municipio de La Laguna.

La investigación que permitió desmantelar esta red de introducción de droga en Canarias y varios puntos de Europa culminó con un abordaje de película a un velero casi en mitad del Atlántico. En dicha embarcación se descubrió la mercancía más valiosa, los 2.666 kilos de cocaína de gran pureza procedente directamente desde Colombia. El resto de la sustancia estupefaciente intervenida, 1.280 kilos de hachís, fueron encontrados en una playa de La Gomera el pasado mes de enero por un error de los miembros de la banda, que se equivocaron de cala.

El arduo trabajo para desarticular a dicha organización fue desarrollado durante casi un año por los agentes especializados del Equipo de Crimen Organizado (ECO) y el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de Tenerife. Sus pesquisas también rastrearon los pasos de los acusados por Málaga, Almería y Melilla. Entre la decena de arrestados figuran siete hombres de nacionalidad española, tres de los cuales son de origen magrebí. El resto del grupo lo formaban un alemán, un uruguayo y un lituano. Al menos dos de los principales objetivos de los investigadores residían en Tenerife.

La titular del Juzgado de Instrucción número 2 de La Laguna ordenó el ingreso en prisión de todos ellos en las diferentes zonas donde fueron capturados.

El seguimiento de los guardias civiles comenzó tras la documentación intervenida a otras organizaciones y por informaciones recabadas por los agentes. Los funcionarios detectaron que una organización dedicada al narcotráfico entre el Norte de África y la Península estaba preparando el traslado de importantes cantidades de cocaína desde Sudamérica hasta Europa.

El cabecilla de la organización y su lugarteniente se trasladaron a Colombia para organizar el envío. Cuando regresaron a España, ambos mantuvieron numerosas reuniones y viajes con otras personas para buscar diversos lugares en Canarias por donde introducir la mercancía.

Después, el líder volvió al país sudamericano, donde concretó el modo de introducir la cocaína, y se trasladó a un país europeo para buscar la financiación necesaria para la importación. Su siguiente paso fue contactar con un patrón de embarcaciones en Málaga.

Un barco nodriza partió de Colombia, mientras que el velero "Lulú", de 14 metros de eslora, salió de Tenerife el 20 junio. Cuatro días más tarde, las casi tres toneladas de cocaína fueron transbordadas al barco de vela en mitad del Atlántico, a 500 millas de El Hierro. La droga iba a ser introducida por las costas de Marruecos, gracias a un segundo trasvase de la sustancia en lanchas rápidas, antes de que se transportara a Europa.

La noche del 28 de junio, la embarcación "Sacre", de la Agencia Tributaria, abordó al velero, donde se halló uno de los alijos más importantes de los últimos años.

Los investigadores efectuaron siete registros domiciliarios, donde, entre otras cosas, hallaron, una pistola con munición, una máquina de contar billetes, cinco vehículos de alta gama, dos teléfonos vía satélite, un sistema de localización por satélite (GPS) plotter de navegación marítima, además de abundante documentación que ya se está analizando.

Además, los agentes bloquearon 118 productos bancarios, gran cantidad de tarjetas de crédito y débito, así como siete inmuebles en Melilla y cuatro en Almería.