La Policía Nacional detuvo a dieciocho personas de distintas nacionalidades en el marco de la "operación antidrogada Black Eye", una investigación iniciada en agosto de 2009, cuyo objetivo estribaba en identificar a los principales proveedores de cocaína a menor escala del barrio de La Isleta, en Las Palmas de Gran Canaria.

Los arrestados se valían de la "novedosa" fórmula de utilizar a pasajeros a bordo de cruceros de lujo transoceánicos. La investigación se centró en la detección de la vía de suministro de la droga, apareciendo en escena una red de distribución a gran escala compuesta por una organización cuyos máximos responsables eran ciudadanos colombianos.