Los alérgicos a las gramíneas tendrán una primavera leve debido a la ausencia de lluvias de este invierno, después de que los primeros meses del año hayan sido los más duros en los últimos 25 años para los alérgicos a las arizónicas.

Son datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmonulogía Clínica (SEAIC) que ha dado a conocer este jueves las previsiones de las concentraciones de pólenes de cara a esta primavera.

Así, estos próximos meses se prevén leves para los 7 millones de españoles que tienen alergia a las gramíneas, especialmente en el centro y norte peninsular (la primavera será por contra intensa en Extremadura y variará de muy leve a moderada en Andalucía).

La razón está, según ha explicado el presidente del Comité de Aerobiología de la SEAIC, Ángel Moral, en que este invierno ha sido bastante seco, y de continuar la ausencia de lluvias las próximas semanas, se espera que los niveles de pólenes de las gramíneas se sitúen en niveles bajos (por debajo de los 4.000 granos por metro cúbico).

Por contra, este invierno ha sido especialmente duro para los alérgicos a las arizónicas y los cipreses, que en zonas como Madrid y Toledo las estaciones de medición han superado el récord de los últimos 25 años.