José Manuel Cabrera Dóniz y David Cabrera son padre e hijo, y agentes de la Policía Local en el municipio de La Orotava. No suelen coincidir en los turnos, pero en algunas ocasiones sí han podido salir de patrulla, en familia, y por su pueblo. José Manuel, natural de Benijos, se convirtió en el primer agente de la Policía Local de su barrio el 1 de octubre de 1982. Desde hace casi 15 años, comparte profesión y comisaría con su hijo David.

"Tengo tres hijos que llegaron a la universidad, con buenísimas notas, pero un día David me dijo que no quería seguir estudiando y lo animé a prepararse una oposición a Policía Local. Lo intentó en Adeje y se dio cuenta de que no iba a ser fácil. Siguió trabajando, se preparó bien y estuvo a punto de sacar su plaza en Santa Cruz y en La Orotava, pero tuvo que elegir y apostó por su pueblo", recuerda José Manuel.

"Hemos trabajado alguna vez juntos, sobre todo en fiestas y servicios extraordinarios, y es un orgullo y una experiencia formidable poder trabajar junto a mi hijo por el bien de los ciudadanos de mi pueblo", destaca este agente con casi 37 años de servicio.

A su hijo siempre le dice que lo más importante en su profesión es "saber estar, mantener la calma y dialogar". Y que ese título "no lo dan en la universidad".

Este padre tiene claro que "si volviera a nacer, volvería a ser Policía Local en La Orotava". Dice el refrán que "de casta le viene al galgo", quizás por eso la hija menor de José Manuel Cabrera Dóniz también está dispuesta a seguir la estela de su padre y de su hermano, y ya se prepara para convertirse en la tercera policía local de la familia.