Las cifras siguen siendo escalofriantes. Han pasado más de 100 años desde que se le diera un significado al 8 de Marzo y aún las mujeres tienen un 30% menos de posibilidades de ser contratadas, aún el 64% de las empresas españolas no cuentan con ninguna mujer en sus cargos directivos y las canarias cobran hasta 2.000 euros menos que sus compañeros hombres por ejecutar el mismo puesto.

La sociedad ha cambiado desde ese primer Día Internacional de la Mujer que se celebró el 19 de marzo de 1911. Ya las mujeres tienen los mismos derechos de voto, de acceso a la educación superior, pueden sacar libremente un libro de la biblioteca, disponen de un salario propio, pueden vestir pantalones o decidir si quieren o no abortar? pero queda mucho por hacer, y algunos cambios aún se hacen de rogar.

El Parlamento de Canarias reunió ayer a seis mujeres que han brillado en su campo profesional en una jornada bajo el título Igualdad de género y empoderamiento, para que, con sus experiencias, ayudaran a visibilizar el camino pasado, presente y futuro de la igualdad. En este sentido, participaron la doctora en astrofísica e investigadora Antonia Varela Pérez; la presidenta de la Coordinadora de la ONGD de Desarrollo Canarias, Irene Bello Quintana; la licenciada en bellas artes y empresaria, Aurelia Gil Sánchez; la directora de Antena 3 en Canarias, María del Pino Quintana Marrero; la magistrada del TSJC Gloria Poyatos Matas, y la exrectora de la Universidad de La Laguna y catedrática en Edafología y Química Agrícola, Marisa Tejedor Salguero.

Tal es la lentitud de cambio de nuestra sociedad que, a pesar de todo lo que se ha logrado, el último informe del Foro Económico Mundial, publicado hace unos días, asegura que aún queda un siglo para que hombres y mujeres puedan gozar exactamente de los mismos derechos. Todo ello pese a los esfuerzos que se han realizado en materia legislativa en España en los últimos años. Por eso, las mujeres participantes en las jornadas estuvieron de acuerdo en que el foco debe ponerse en la educación, es decir, promulgando un cambio que parta desde la base social. Lo argumentaron así porque las mayores diferencias entre géneros se acaban percibiendo directa o indirectamente por cómo se reparten las tareas dentro del hogar, y más concretamente con quién asume el cargo de los cuidados.

"Las leyes son necesarias y hay que aplicarlas, pero dentro de mi casa, ¿quién va a venir a constatar que se cumple?", se preguntó Irene Bello, que hizo hincapié de nuevo en que en la búsqueda de la igualdad efectiva hay un componente muy alto (90%) que tiene que ver con la educación y el trabajo en la escuela.

Bello recordó que "gran parte del éxito de la mujer occidental ha venido dada porque otras mujeres se han quedado cuidando de las casas". Y es que "las mujeres siempre acaban sacrificando su mundo profesional por el familiar", como constató Aurelia Gil. Mientras, Antonia Varela señaló que "cuando a una mujer se le ofrece un puesto de responsabilidad, esta hace un cuádruple balance de su situación", cosa que no ocurre en el caso de los hombres. Por esta razón, Varela opinó que "hay que equiparar que todos -hombres y mujeres- tengamos la posibilidad de sufrir menos".

En este sentido también se pronunció la magistrada Gloria Poyatos, que abogó por "una transformación social" que impida que se penalicen los cuidados tanto en mujeres como en hombres, pues la concepción actual no es garantista en este sentido. Por su parte, la primera y única rectora de la ULL, Marisa Tejedor, recordó que "se ha avanzado muchísimo", pero lamentó que aún quede "un largo camino por recorrer" porque "nos habían asignado un papel y cambiarlo está costando".

Para llegar hasta donde están, algunas como Pino Quintana han tenido que "desarrollar su parte masculina" para poderse adaptar al mundo que se les ofrecía. Pero como argumentó la directora de la cadena televisiva, "no quiero que las mujeres tengan que perder esa parte de mujer" para lograr sus objetivos.

Varias parlamentarias de los grupos de la Cámara estuvieron, asimismo, presentes durante las jornadas y también se pronunciaron en favor del cambio desde la base. "Para avanzar en materia de igualdad y para que deje de ser un debate debe imprimirse en la mentalidad de nuestros niños y niñas, y para que pase a ser una convicción", afirmó durante su intervención Esther González, portavoz de Nueva Canarias. "Si no enseñamos igualdad a los más pequeños durante su proceso de aprendizaje, seguiremos perpetuando los estigmas", afirmó Melodie Mendoza, parlamentaria de ASG, quien recordó que "la lucha de nuestras antecesoras no ha sido fácil y si estamos aquí es gracias a ellas". Por último, la presidenta de la Cámara, Carolina Darias, mostró su "convencimiento más absoluto de que cualquier logro en materia de igualdad de género es un logro para la humanidad".