La vida y obra de los grandes traficantes de droga cautiva a muchos ciudadanos. Novelas, largometrajes o series de televisión sobre dichas personas han tenido importantes éxitos comerciales en los últimos años. Víctor Méndez Sanguos es un periodista especializado en narcotráfico del Diario de Pontevedra que ha decidido contar, con datos reales, la historia de este fenómeno delictivo y económico, pero alejado de los estereotipos novelados sobre el buen narco. Su ensayo se titula "Narcogallegos. Tras los pasos de Sito Miñanco. El libro blanco del narcotráfico", editado por Catarata.

Méndez posee una visión global de la producción, el transporte y la distribución de estupefacientes a nivel internacional.

Y los datos obtenidos de sus fuentes le permiten asegurar que Canarias empieza a generar interés entre grupos criminales para establecer grandes almacenes de varias toneladas de cocaína. Este investigador aclara que en el Archipiélago se está produciendo un cambio. Si hasta ahora las islas servían como lugar de tránsito de la mercancía, desde este momento también pueden ser utilizadas como enclave para habilitar depósitos desde los que repartir en pequeñas o medianas cantidades al resto de España y países de toda Europa. Méndez Sanguos no hace esta afirmación de forma gratuita. Argumenta que esta alternativa cobrará importancia a partir de ahora en la medida en que la presión policial sobre los grupos de traficantes ha aumentado de manera considerable en Galicia y varios enclaves de la costa andaluza.

Apunta que un ejemplo de esa nueva realidad puede encontrarse en el desembarco de 2.900 kilos de cocaína por la playa de Medio Almud, en el municipio grancanario de Mogán, a mediados de noviembre del año pasado. En aquel momento, la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional, con la colaboración de otros cuerpos de seguridad, arrestó a diez personas, aunque varios delincuentes escaparon.

El desembarco de la droga se produjo de noche, en un paraje donde no existe ningún complejo residencial ni turístico.

Los factores que facilitan ese nuevo papel de Canarias son varios, en opinión de Méndez. Uno de ellos es la gran cantidad de vuelos comerciales que hay con la Península, los países centroeuropeos y el Reino Unido. A través de esta vía se introducen cantidades relativamente pequeñas; tres o seis kilos en cada viaje, por ejemplo. La presencia de flota pesquera también genera interés para las organizaciones criminales, ya que algunos de sus barcos podrían disimular la entrada de importantes cantidades de estupefaciente. Cabe destacar que la Guardia Civil ha desmantelado ya dos grupos en los que pescadores de La Palma y el Sur de Tenerife fueron arrestados por facilitar el transporte a tierra de relevantes cantidades de hachís.

Y, además, tanto Gran Canaria como Tenerife poseen infraestructuras portuarias con terminales de contenedores, que es otra de las vías habituales para la introducción de sustancias estupefacientes procedentes, sobre todo, desde Sudamérica.

Víctor Méndez Sanguos comenta que parte de la sociedad, sobre todo un segmento de los jóvenes, tiene una imagen "idealizada" del consumo de sustancias estupefacientes y de las personas que ganan importantes cantidades de dinero con su producción, distribución y venta al consumidor. El periodista del Diario de Pontevedra explica que esto no se lo inventa él. Así aparece en el último informe de la Unión Europea sobre delincuencia y criminalidad, de diciembre de 2018, donde se refleja que un sector de la juventud ve a los narcotraficantes como "triunfadores" y gente que tiene "su lado bueno". Méndez explicó en la presentación de su ensayo en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés que un testimonio clave en su obra es el del comisario Antonio Duarte, jefe de la Comisaría Central de Estupefacientes de la Policía Nacional. El autor aclara que Duarte "aporta los datos más sensibles y novedosos". Señala que este mando pasó media vida trabajando contra la distribución de drogas en Galicia. Y, entre otras cosas, participó en las dos operaciones que permitieron detener al famoso traficante Sito Miñanco en los años 2001 y 2018. La obra de Méndez Sanguos también incorpora las declaraciones de jueces, fiscales e, incluso, narcos colombianos que ofrecen su testimonio de manera anónima, "por supuesto". En la presentación del libro, el periodista reconoció que el trabajo recoge el origen del fenómeno en Galicia y los vínculos con el importante narco Pablo Escobar, por ejemplo. Pero la investigación se centra especialmente en la evolución de los grandes clanes de la droga a partir del año 2000 hasta la actualidad. La finalidad es exponer "de dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde vamos", según el propio autor.

Grupos con una gran capacidad operativa

El investigador periodístico manifiesta que, en estos momentos, hay organizaciones criminales de traficantes que tienen una gran capacidad operativa. Algunas de ellas tienen la suficiente fuerza para tener, a la vez, a personas trabajando en Colombia, África, Holanda y Madrid, por ejemplo. Se trata de tramas que pueden obtener beneficios anuales de 100 millonse de euros.

Una "sobreproducción de cocaína"

El autor de "Narcogallegos. Tras los pasos de Sito Miñanco. El libro blanco del narcotráfico" dice, de manera rotunda, que en Colombia se registra actualmente una "sobreproducción" de cocaína. Y, además, ante la presión ejercida en Estados Unidos, las organizaciones empiezan a "girar el cuello" hacia Europa como gran mercado consumidor. Estos grupos utilizan, entre otro tipo de embarcaciones, submarinos semisumergibles para la introducción del estupefaciente en las costas de la Unión Europea.

Los que siguieron a Sito Miñanco

El ensayo de Víctor Méndez recoge las "andanzas" de diferentes personajes que continuaron la labor de Sito Miñanco en Galicia y que actualmente "manejan el negocio". El periodista revela que algunos de ellos ni siquiera han llegado a ser detenidos ni a sentarse en el banquillo de un juzgado una sola vez. También muchos de ellos han cambiado su forma de "estar" en la sociedad. Es decir, se ha pasado del "narco" de la ostentación y el dispendio a otros individuos que tienen un "poder inmenso, pero que viven en la sombra; y les va muy bien".

El delta del Orinoco como punto de embarque

Según las informaciones que maneja Méndez, en estos momentos la mayor parte del embarque de cocaína desde Sudamérica se concentra en el delta del Orinoco, donde confluyen Venezuela, Surinam y Guyana. Otra de las últimas tendencias en el transporte de grandes cantidades de dicha droga consiste en la utilización de barcos cargueros con los que trasladar la droga hasta Cabo Verde, África, Canarias o la Península Ibérica. Méndez cita el ejemplo de una de estas embarcaciones que a unas 100 millas de Venezuela recibió unas nueve toneladas de cocaína. Supuestamente, su destino era Tánger. Sin embargo, el fallecimiento de uno de sus tripulantes obligó a hacer una escala en Cabo Verde, donde fueron interceptados los integrantes de la tripulación y la sustancia estupefaciente quedó intervenida.